La biología, o mejor dicho, los indicadores biológicos como el agua líquida, eran nuestra prioridad a la hora de descubrir vida extraterrestre en el universo. ¿Estamos solos en el cosmos? Es una de las preguntas que más se repite desde hace mucho tiempo entre los investigadores y ahora apunta a que es momento de reflexionar sobre otros posibles indicadores que podrían marcarnos la presencia de vida extraterrestre, como el hecho de poder hallar signos de tecnología.

Hasta la fecha, los científicos ya han confirmado la existencia de más de 5.000 planetas más allá de la Tierra. Si bien todavía no contamos con telescopios lo suficientemente potentes como para mostrarnos la superficie de estos exoplanetas, sí podemos identificar la composición química de sus atmósferas.

¿Tecnología extraterrestre?

Ahora, en un nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy, los investigadores Adam Frank, profesor de Física y Astronomía Helen F. y Fred H. Gowen en la Universidad de Rochester y autor de The Little Book of Aliens (Harper, 2023), y Amedeo Balbi, profesor asociado de astronomía y astrofísica en la Universidad de Roma Tor Vergata, Italia, sugieren que el oxígeno en la atmósfera (una señal de la capacidad de una civilización para quemar cosas) es el elemento crucial para desarrollar tecnología en cualquier planeta y que podría ser el indicador fundamental de tecnología avanzada.

Lo han bautizado «cuello de botella de oxígeno». «En nuestro artículo, exploramos si cualquier composición atmosférica sería compatible con la presencia de tecnología avanzada», explica Amedeo Balbi, coautor del trabajo. «Descubrimos que los requisitos atmosféricos pueden ser bastante estrictos».

Así, si bien los astrobiólogos han reconocido desde hace mucho tiempo la importancia del oxígeno para la vida tal como la conocemos, el oxígeno también podría ser crucial en esta misión de reconocer tecnología avanzada a escala planetaria. Y es que la firma química del oxígeno podría proporcionar pistas sobre sociedades tecnológicas en mundos más allá del nuestro, apuntan los expertos.

Es simple: la búsqueda de un cierto nivel de oxígeno atmosférico, dicen, ayudará a determinar no sólo si existe vida en un exoplaneta, sino también si está lo suficientemente avanzado como para haber desarrollado tecnología.

¿Qué necesita el fuego para arder? Oxígeno. La fórmula es llana y concreta: los expertos exponen que el nivel de oxígeno en la atmósfera de un exoplaneta debe ser superior al 18% para facilitar el uso controlado del fuego, una cifra que determinaron examinando el avance de la vida en nuestro propio planeta. Por debajo del 18,5%, la ignición es muy improbable. Este hallazgo implica que sólo los planetas con concentraciones significativas de oxígeno pueden desarrollar tecnosferas avanzadas capaces de dejar tecnofirmas detectables. Actualmente, la atmósfera de la Tierra tiene aproximadamente un 21% de oxígeno, aunque esta cantidad ha fluctuado con el tiempo.

«Es posible que se pueda obtener biología -incluso se podrían obtener criaturas inteligentes- en un mundo que no tiene oxígeno, pero sin una fuente de fuego disponible, nunca se desarrollará tecnología superior porque la tecnología superior requiere combustible y derritiéndose”, dijo Adam Frank.

Al aislar la luz que atraviesa el aire de un planeta y separarla de los planos conocidos, se puede percibir la presencia de oxígeno y cualquier desviación de los niveles previstos. Sostienen que el oxígeno no sólo es vital para la respiración y el metabolismo en organismos multicelulares, sino también esencial para desarrollar el fuego, piedra angular de las civilizaciones tecnológicas.

«La presencia de altos niveles de oxígeno en la atmósfera es como un cuello de botella que hay que superar para tener una especie tecnológica. Puedes hacer que todo lo demás funcione, pero si no tienes oxígeno en la atmósfera, no tendrás una especie tecnológica», concluye Frank.

Está claro que esta investigación, financiada parcialmente por una subvención de la NASA, abre un nuevo capítulo en la búsqueda cósmica de vida inteligente y pone sobre la mesa que deberíamos centrarnos de cara al futuro próximo en los planetas que presenten altos niveles de oxígeno.

«Las implicaciones de descubrir vida tecnológica inteligente en otro planeta serían enormes», sentenció Balbi. “Por tanto, debemos ser extremadamente cautelosos a la hora de interpretar posibles detecciones. Nuestro estudio sugiere que deberíamos ser escépticos ante posibles tecnofirmas de un planeta con oxígeno atmosférico insuficiente”.

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