Cuando Cassini sobrevoló Titán en 2013 observó unas formas que brillaban en los océanos de hidrocarburos de la luna de Saturno que no estaban ahí en órbitas anteriores. Los astrónomos las llamaron “islas mágicas” porque no podían explicar cómo habían aparecido de la nada. En la siguiente órbita, la nave de la NASA detectó nuevas islas y otras desaparecieron. Un estudio planteó poco después que podrían tratarse de burbujas de metano pero, ahora, un equipo internacional de científicos afirma que en realidad son cuerpos orgánicos que flotan y se sumergen.
Las «islas mágicas» de Titán son fenómenos transitorios y brillantes en los lagos de Titán, visibles en las imágenes de radar. Esta nueva investigación liderada por Xinting Yu —profesor asistente en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Texas San Antonio— ha revelado que estas podrían ser grandes trozos de panales de abeja hechos de hidrocarburos radicalmente diferentes de las teorías anteriores. «Las ‘islas mágicas’ de Titán probablemente sean fragmentos flotantes de sólidos orgánicos porosos y congelados», explica Yu.
Cómo se forman las isla mágicas
La atmósfera de Titán es rica en metano (CH4) y nitrógeno (N2). Reacciones fotoquímicas provocadas por la luz solar transforman estos gases en compuestos orgánicos complejos. Según el estudio publicado en el diario científico Geophysical Research Letters, estos compuestos forman masas de líquidos, hielo o cuerpos porosas que finalmente se depositan en la superficie de la luna saturnina. Los sólidos porosos descienden lentamente por el denso aire de Titán al ser más pesados que la atmósfera.
Para explicar el fenómeno de las islas mágicas, el equipo de investigación de Yu investigó qué pasaría cuando estos sólidos cayesen sobre los lagos de hidrocarburos de Titán. Su teoría es que los sólidos orgánicos simples —como los nitrilos, los hidrocarburos con triple enlace y el benceno— tienen porosidad suficiente para flotar: de 25% a 60%.
Otro de los aspectos clave del estudio explica cómo desaparecen estos cuerpos orgánicos. El equipo descubrió que, dado que los lagos ya están saturados con partículas orgánicas, los sólidos no se disolverían rápidamente al entrar en contacto con el líquido.
Cuestión de porosidad
Su modelo demuestra «la mayoría de los sólidos congelados eran demasiado densos y la tensión superficial demasiado baja para crear las islas mágicas de Titán a menos que los grumos fueran porosos», indican los investigadores. Si los grumos helados eran lo suficientemente grandes y tenían la proporción adecuada de huecos y tubos estrechos, la isla flotaría hasta que el metano líquido invadiera esos espacios, provocando su hundimiento poco a poco.
El estudio también proporciona una posible explicación para la notable suavidad de los lagos y mares de Titán. Además de estos sólidos flotantes que podrían ser responsables de las «islas mágicas», otras partículas más finas pueden estar cubriendo estos océanos como aerosoles, explicando la superficie excepcionalmente lisa de los mares y lagos de esta misteriosa luna.
Dragonfly tendrá la respuesta definitiva
La investigación sobre estas islas mágicas no solo aporta una solución al misterioso fenómeno en la luna de Saturno, sino que también tiene implicaciones significativas para futuras misiones y estudios, sobre todo para la próxima misión Dragonfly de la NASA, programada para llegar a Titán en 2034.
La misión está programada para lanzarse en julio de 2028. Esta misión extraordinaria —que forma parte del Programa New Frontiers de la NASA— busca explorar Titán con un gran dron. diseñada para aprovechar la densa atmósfera y baja gravedad de Titán, que es tan densa que un humano equipado con alas impulsadas por sus brazos podría volar y planear entre las nubes sin esfuerzo.
El objetivo principal de Dragonfly es explorar diversas ubicaciones en Titán, recogiendo materiales y determinando la composición de la superficie en diferentes entornos geológicos para comprobar habitabilidad de este entorno e investigar hasta qué punto ha progresado la química prebiótica. De hecho, la gran esperanza de los científicos es encontrar firmas químicas que indiquen la existencia de vida.
Motor nuclear
Según la NASA, Dragonfly puede cubrir decenas de kilómetros en menos de una hora, cubriendo una distancia mucho mayor que la de cualquier rover marciano. Los diseñadores de la misión esperan que, cada día completo de Titán, la nave viaje desde su sitio de aterrizaje inicial para cubrir áreas a varios cientos de kilómetros de distancia en una misión que inicialmente durará dos años. Sin embargo, Dragonfly pasará la mayor parte del tiempo posada en la superficie de Titán realizando mediciones científicas.
Como no puede usar energía solar al estar tan lejos del Sol y bajo la bruma de Titán, Dragonfly utilizará un motor nuclear, un Generador Termoeléctrico de Radioisótopos Multi-Misión (MMRTG) similar al que usa el rover Curiosity en Marte. Las operaciones de vuelo, transmisión de datos y la mayoría de las operaciones científicas se realizarán durante las horas de día en Titán —ocho días terrestres— lo que le dará a la nave otros ocho días para recargar sus baterías para la siguiente manga de la misión.
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