Dos hombres encontrados muertos atados de manos y pies y con disparos en su cuerpo. Acribillamientos, homicidios, balaceras a casas.
Esos términos se están haciendo cada vez más habituales en el día a día de los chilenos. Una muestra de la crisis de seguridad que atraviesa el país. Y que deja de manifiesto el uso de armas de fuego.
De acuerdo con la base estadística de sistema S.T.O.P. de Carabineros, la semana 53 de ese año, es decir, desde el 25 al 31 de diciembre, la policía uniformada registró 18 homicidios, 1.404 casos policiales de lesiones, y otros 4.562 casos de robo. La semana previa, la misma policía reportó 15 asesinatos, 1.372 causas de lesiones y otros 5.172 robos.
El uso de arma de fuego en ilícitos es una característica en común. Es más, en la celebración de Año Nuevo ocurrió un doble homicidio en la comuna de Recoleta. Personal del equipo ECOH llegó hasta el lugar de los hechos ocurrido en la calle Einstein, donde las dos personas fallecidas murieron a causa de impactos balísticos.
Por ello, surge la pregunta en torno a si la población civil ha adquirido armas legalmente inscritas producto de la crisis de seguridad que azota al país.
DGMN
La Dirección General de Movilización Nacional, DGMN, señala a través de su última base estadística que «hasta noviembre de 2023 han sido inscritas un total de 859.644 armas. En noviembre fueron inscritas 490 armas». Durante el año pasado, según uno de los gráficos de la base de datos, se observa que mayo registró su peak de armas inscritas (646), mientras que septiembre tuvo el menor reporte (378).
Sobre las armas internadas, el organismo afirmó que «entre los años 2011 y 2022 fueron internadas un total de 92.019 armas. Hasta noviembre de 2023 han sido internadas 7.540 armas». El armamento más activo en el país es el revólver (240.707), le sigue la escopeta (269.127), más atrás la pistola (189.668), luego el rifle (48.670) y finalmente en la categoría de otros (19.580).
En cuanto a las regiones con armas inscritas activas, la dirección afirmó «la Región Metropolitana concentra el 42% del total de armas inscritas activas (AIA) en el país». Las otras siete primera son es Valparaíso (90.546), Biobío (57.689), Maule (57.503), Araucanía (50.924), O’Higgins (50.147), Los Lagos (36.190), Ñuble (23.432). Las que concentran menos armas inscritas activas son Tarapacá (5.247), Atacama (5.058), y Arica (4.888).
«Al 30 de noviembre hay un total de 21.050 permisos vigentes de porte y transporte de armas», afirmó la DGMN.
Comerciantes
El comerciante e importador de armas de Armarket y director de la Asociación Gremial de Armería de Chile (AGAPECH), Oscar Gatica Vega, afirmó en conversación con Emol que la venta de armamento se ha mantenido durante los recientes años, aunque comentó que la venta de las mismas ha disminuido hasta un 60% en comparación al 2019. Lo anterior lo atribuye al contexto del denominado estallido social y sensación de inseguridad de ese entonces.
Sobre el actuar de la delincuencia actualmente, señaló que los antisociales «son mucho más violentos que hace un tiempo atrás» y que la ley en relación con la adquisición de armas es «muy abusiva para con respecto a los deportistas, los comerciantes de armas, y quienes requieren de armamento para la defensa personal», apuntando a las modificaciones al reglamento complementario de la Ley sobre Control de Armas.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, coincidió con Gatica hace un tiempo atrás cuando dijo: «Estamos frente a delitos, particularmente homicidios, mucho más violentos, y perdone la palabra, mucho más macabros de lo que está acostumbrado el país».
Dado que Gatica que planteó que la compra de armas en el mercado forma se ha mantenido, Alejandro Rocafort, director del Club de Tiro La Reina, discrepó de esa idea. «El aumento en la compra de armas ha subido, y la asistencia a clubes de tiro y cursos de tiro se ha disparado desde ya hace 4 años y no ha bajado. Estoy hablando de aumentos de 400%».
En ese sentido, ejemplificó diciendo que «eso se debe a que un padre o una madre compran un arma por seguridad para su casa, pero ambos requieren de cursos de tiro y a veces también incluyen a sus hijos, pues todos en el hogar deben saber manipular correctamente un arma de fuego, normas de seguridad y técnicas de disparo y eso se hace en el polígono de tiro de un club de tiro. Además de esas situaciones, nos encontramos con mucha gente que tenía ya un arma, pero nunca había tonado un curso de tiro, y ahí también hay una gran demanda por este servicio».
Eso sí, coincidió con Gatica en que «la autoridad sostiene que el control de armas sea cada vez más engorroso, con más trabas, controles, sanciones y con más dificultades, para controlar las armas en la delincuencia. Pero la realidad es que los delincuentes no inscriben sus armas, no van al psiquiatra ni dan exámenes de acreditación cada 5 años».
Por su parte, el doctor en criminología, Mauricio Valdivia, matizó la conversación y argumento: «la evidencia ha demostrado que la autotutela no es efectiva. DGMN reportó 2005 y 2020, en Chile fueron denunciadas 35.000 armas como pérdidas, 23.000 robadas y un poco más de 1.000 buscadas». También comentó sobre las cifras que existen cerca de 60.000 armas compradas legalmente y terminaron en el mercado ilegal.
«La gente cuando compra armas no solamente no sabe utilizarlas, sino que desconoce sus preceptos legales, en cuando a la legítima defensa, o la manipulación de las mismas», analizó.
A su vez, sostuvo que existe un peligro en que la sociedad se arme cuando no tiene los elementos necesarios para el control de las armas, ya que «las personas pueden actuar basándose en el miedo, lo que lleva a un acto irracional».
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