En los últimos tres meses el gobierno de Joe Biden empezó a darle algo de aire a Nicolás Maduro con acuerdos en varias áreas que también han favorecido a Estados Unidos. Con el incremento en el asedio a la oposición por parte de la dictadura de las últimas horas, sumado a la presión republicana para ser más duros con el régimen y la campaña electoral ya en proceso, ahora el Departamento de Estado empieza a enviar mensajes de cómo todo ese camino se puede desandar si el chavismo no frena los ataques y avanza en un calendario electoral.
Este martes a la noche el gobierno de Estados Unidos emitió un comunicado en el que cuestiona a la dictadura de Nicolás Maduro y dijo mostrarse “profundamente preocupado por la emisión de órdenes de arresto y detenciones contra al menos 33 venezolanos”. Pero además, agregó una advertencia al régimen chavista: dijo que las acciones que vayan en contra de esos acuerdos “tendrán consecuencias”.
El lunes, el fiscal general de Venezuela Tarek William Saab, ordenó la detención de Sebastiana Barráez, periodista de Infobae, y de otro grupo de comunicadores y activistas por los derechos humanos entre los que se encuentran la abogada Tamara Sujú, Wender Villalobos, Norbey Marín, y los militares retirados Mario Carratú Molina y José Colina. Los acusa de conspirar en el marco de una supuesta operación a la que llamó “Brazalete Blanco”, que según el chavismo buscaba atentar contra Maduro.
El Departamento de Estado reaccionó más de 24 horas después de estos anuncios, con un comunicado en el que cuestiona el accionar del régimen de Maduro y señala que “las detenciones sin el debido proceso van en contra del espíritu del acuerdo de hoja de ruta electoral de octubre de 2023 firmado entre la Plataforma Unitaria y representantes de Nicolás Maduro”.
“Exigimos el fin del acoso por motivos políticos, incluidos los ataques a las oficinas de campaña de la oposición y todos los esfuerzos por sofocar las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano mediante el miedo y la intimidación”, aseguró Matthew Miller, vocero del Departamento de Estado.
“Estados Unidos continúa apoyando al pueblo venezolano en su deseo de una restauración pacífica de la democracia. Las acciones que vayan en contra del espíritu y la letra del Acuerdo de Barbados tendrán consecuencias”, agregó Miller.
“Instamos a Maduro y sus representantes a adherirse al acuerdo de la hoja de ruta electoral, incluso anunciando un cronograma claro para las elecciones presidenciales de 2024, y a reinstaurar a todos los candidatos políticos”, agregó Miller en el comunicado.
Los acuerdos con el chavismo
Estados Unidos en los últimos meses realizó varios acuerdos con el gobierno de Maduro, que incluyeron en un primer paso el retorno de los vuelos a Caracas con ciudadanos venezolanos que son deportados desde EEUU.
Presionado por la migración, el gobierno de Biden encontró en este anuncio un poco de aire en la frontera. Si bien las deportaciones no pueden ser masivas porque deben hacerse en avión, sí son una señal para los venezolanos que intentan ingresar por la frontera sin hacer los procedimientos legales, dado que se los advierte de que pueden ser enviados nuevamente a Caracas. Un primer balance de las autoridades estadounidenses es positivo, dado que se logró bajar en octubre la cantidad de venezolanos que viajan rumbo a Estados Unidos. En octubre se redujo un 74 porciento. Los expertos creen, de todas formas, que ese alivio es temporal.
El segundo gran acuerdo de Washington con Caracas fue resultado de los acuerdos del chavismo con la oposición, para encaminar un calendario electoral. Estados Unidos levantó parcalmente las sanciones a Venezuela en asuntos como la explotación petrolera y de oro, lo que le dará aire al régimen en términos económicos. El gobierno de Estados Unidos afirma que ese acuerdo también es beneficioso para los norteamericanos, porque le permite en los primeros meses ya se observó una reducción de las ventas ilegales de petróleo que Venezuela hacía, para retornar al mercado legal.
“La producción de petróleo era parte del comercio ilícito, en gran medida con la República Popular China, pero también con otros países, incluido Irán. Lo que estamos viendo ahora es que el comercio ilícito regresa al sector formal después de muchos años de estar fuera del sector formal. Esto es positivo ya que evita que este producto llegue a China e Irán. Es mejor para el pueblo venezolano y desde que el petróleo se vendía en el mercado negro, hay un descuento del 30% al 35% en el precio. Y es bueno para los consumidores estadounidenses porque obtenemos petróleo y otros productos que necesitamos”, dijo en noviembre el subsecretario del Departamento de Estado para asuntos de América Latina y el Caribe, Brian Nichols.
En ese momento Estados Unidos amenazaba a Caracas con volver a imponer las sanciones porque Maduro estaba incumpliendo con dos partes del acuerdo: liberar a los presos estadounidenses que el gobierno de Biden entendía ilegitamente detenidos y fijar una fecha concreta para las elecciones.
A finales de diciembre, luego de negociaciones en las que Estados Unidos debió ceder más, logró destrabar ese primer punto y fueron liberados 10 estadounidenses presos en Caracas. Pero el acuerdo fue muy polémico porque implicó la liberación por parte de EEUU de Alex Saab, un aliado de Maduro detenido por lavado de dinero.
Saab es un empresario colombiano muy cercano a Maduro, que también ha sido sindicado como su testaferro. Ese acuerdo implicó también la liberación de otros 20 presos políticos venezolanos.
Sin embargo el otro punto por el que Estados Unidos amenazaba con re imponer las sanciones aún no se ha solucionado. El régimen de Maduro sigue sin fijar una fecha para las elecciones ni levantar la proscripción de candidatos. Este martes, tanto el presidente como su rival, la candidata opositora María Corina Machado, se movilizaron en Caracas.
Machado dijo que Maduro tiene miedo de medirse con ella y por ello no convoca a elecciones.
La presión republicana
Las últimas acciones del régimen son también una oportunidad para los republicanos de seguir machando a Biden como “blando” en sus posturas con Maduro. Los congresistas opositores que siguen los temas de América Latina han cuestionado duramente a la Casa Blanca y el Departamento de Estado por avanzar en negociaciones con el chavismo.
Las críticas más duras llegaron cuando Biden decidió liberar a Saab. ““Un enfoque de sólo concesiones hacia un narcodictador, cuya única aspiración es mantener su control ilegal del poder, está condenado al fracaso y debilita la política exterior de Estados Unidos”, dijo el senador republicano Marco Rubio en un comunicado luego del anuncio.
“Las acciones del presidente Biden de recompensar la toma de rehenes estadounidenses levantando primero las sanciones, liberando a los sobrinos de Maduro y ahora a Alex Saab son descaradas. Saab es el arquitecto de la operación de corrupción y lavado de dinero de Maduro que privó de recursos al pueblo de Venezuela”, agregó.
Además, cuestionó las consecuencias que un acuerdo como ese puede tener para la seguridad de los estadounidenses en países como Venezuela. “Este intercambio sólo envalentonará a los dictadores para secuestrar a más estadounidenses”, dijo.
Esta semana Rubio volvió a la carga contra el gobierno por sus acuerdos con Maduro y en una entrevista en NTN24 calificó como “blanda postura de la administración de Biden y los Acuerdos de Barbados” y señaló que “el actual gobierno de EEUU no tiene ninguna voluntad de hacerlos respetar”.
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