Una breve declaración publicó la Cancillería en sus redes sociales el lunes a las 20:44 horas. Se trata de un texto de dos párrafos que dice:

  • “El Gobierno de Chile expresa su preocupación por la situación que afecta a líderes políticos de la oposición venezolana que podrían verse impedidos de participar en las próximas elecciones presidenciales de ese país”.
  • “Al respecto, el Gobierno de Chile valora la propuesta de Noruega de conformar a la mayor brevedad una comisión de seguimiento y verificación de los Acuerdos de Barbados, que apuntan precisamente a garantizar un proceso de elecciones abiertas, democráticas y transparentes”.
  • La declaración, que fue duramente cuestionada por la oposición, se entregó luego de que el viernes pasado, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ratificara la sentencia en contra de la líder opositora de dicho país, María Corina Machado, que la inhabilita para ejercer funciones públicas por 15 años.
  • Machado es la principal candidata presidencial antichavista para las elecciones de este año y aventaja a Maduro en las encuestas que se han hecho públicas.
  • Machado ha insistido en que igualmente competirá en los comicios, donde el régimen apuesta a mantenerse en el poder en el período 2025-2031.
  • La Cancillería no la mencionó en su declaración, así como tampoco al régimen de Maduro, que controla el tribunal mencionado.

El factor migratorio. La hora, la forma y la extensión de la declaración de la Cancillería no pasó inadvertido en el mundo diplomático, más cuando la tibieza que se la atribuido surge en medio de la compleja negociación que ha entablado la administración Boric con Caracas para agilizar los procesos de expulsiones administrativas y judiciales de ciudadanos de dicho país, en el marco de la grave crisis migratoria en el país.

  • El subsecretario del Interior Manuel Monsalve logró ir a Venezuela recién a mediados de enero —el viaje estaba programado para diciembre— para firmar un acuerdo de colaboración entre ambos países en materia migratoria.
  • Dentro del documento firmado está compartir información biométrica y decadactilar, intercambio de antecedentes penales y mantenimiento y actualización de los listados de prófugos de la justicia, entre otras cosas.
  • Para La Moneda es clave avanzar en estas conversaciones y lograr que el régimen acepte el ingreso de aviones de la FACH en cielos de Venezuela con personas expulsadas. Lo último aún forma parte de las conversaciones bilaterales en las que también se ha involucrado el embajador de Chile en Caracas, Jaime Gazmuri (PS).

Trasfondo. Distintas fuentes consultadas por Ex-Ante señalan que el régimen de Maduro espera que las negociaciones con Chile se desarrollen en un ámbito de reciprocidad y que aquello, en clave política, equivale a no tensionar las relaciones con su régimen. “No se trata de que Boric no diga nada en contra de él, pero sí esperan que disminuya sus críticas directas hacia él”, señala un experimentado diplomático.

  • Hasta ahora el Presidente Boric no se ha pronunciado sobre el tema.
  • La crisis migratoria y las negociaciones en ese ámbito se ha convertido en una poderosa arma de Maduro, y así lo han hecho sentir.
  • La vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez, publicó este miércoles en X (ex Twitter) lo siguiente: “Venezuela toda rechaza el grosero e indebido chantaje y ultimátum manifestado por el gobierno de EEUU. Si dan el paso en falso de intensificar la agresión económica contra Venezuela, a pedido de los extremistas lacayos en el país, a partir del 13 de febrero quedarían revocados de manera inmediata los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos, y pasarían a revisión cualquier mecanismo de cooperación existente”.
  • La Cancillería de Perú emitió una declaración parecida a la de Chile. Vale decir, no nombró ni a Machado ni a Maduro. La administración de Dina Boluarte también tiene severos problemas por el tránsito de ciudadanos venezolanos por sus fronteras.
  • “Ante la reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, el Perú expresa su preocupación y hace un llamado a las autoridades de dicho país a cumplir con los Acuerdos de Barbados, suscritos en octubre pasado y respaldados por la comunidad internacional, con el objetivo de garantizar la realización de elecciones presidenciales libres, democráticas y que se respete la voluntad del pueblo”, señaló la declaración del Palacio de Torre Tagle.

Críticas internas. La forma en que el Gobierno está abordando este tema ha generado críticas en la oposición, que ha pedido un pronunciamiento más duro de Boric.

  • Francisco Chahuán (RN), presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado: “Se tiene que llamar a consulta al embajador de Chile en Venezuela (Jaime Gazmuri). Se debe además convocar al Consejo Permanente de la OEA para arbitrar la cláusula democrática que es una garantía de los procesos democráticos en los países suscriptores del acuerdo.
  •  Tomás de Rementería (PS), presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputadas y Diputados. “Me parece que la posición que ha tomado Chile es la correcta. Si bien a mí me habría gustado que se mencionara a la señora Machado, también tenemos que entender que no estamos en la situación de Argentina o de Uruguay que no tienen una crisis grave con migrantes venezolanos”.

¿Cuán confiable es Maduro? En mayo de 2023, en un encuentro de 11 mandatarios sudamericanos, Lula da Silva buscaba reafirmar el liderazgo de Brasil en el continente y retomar la influencia de su país en Venezuela. Sin embargo, el exceso de entusiasmo con Maduro, al punto de calificar su régimen como democrático, opacó esas metas y desató una serie de críticas internas y externas. Los únicos presidentes que levantaron la voz para criticar a Lula por sus dichos fueron Boric y el uruguayo Luis Lacalle.

  • La situación nunca fue perdonada del todo por el entorno de Lula, del argentino Alberto Fernández y para qué decir las duras críticas del entorno de Maduro, un dictador con el que Boric ha marcado diferencias desde la campaña (no así con Cuba, la línea roja del PC) en el marco de su intento por perfilarse en el ámbito de los DDHH en Chile y el extranjero.
  • El problema es que Maduro en pocas ocasiones se refiere a los más de 7 millones de habitantes que han abandonado el país en la última década. La situación no solo aligera la carga del Estado, golpeado por una profunda crisis, sino que le permite esquivar a un mayor número de población opositora o descontenta.
  • Se trata de un efecto espejo de la estrategia que en un minuto desplegó Fidel Castrol, quien alentó flujos migratorios hacia EEUU.
  • De ahí que para algunos políticos que conocen de cerca el régimen, como el ex embajador en Venezuela y ex ministro de Allende Pedro Felipe Ramírez, han dicho: “De Maduro se puede esperar cualquier cosa”.

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