El ex presidente Donald Trump, lejos de verse afectado electoralmente por la gran cantidad de causas judiciales abiertas, se fortalece, al punto que la recaudación de fondos de su campaña así como la intención de voto en las encuestas para la interna republicana crecen en las cercanías de cada audiencia.

Esta semana es clave para un caso que sí puede tener derivaciones electorales más complejas para el ex presidente. La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos celebrará este jueves una audiencia en la que escuchará los argumentos orales de su defensa, así como de los de Colorado, sobre la decisión de ese estado de excluirlo de las boletas electorales por considerar una “insurrección” las acciones que lideró el 6 de enero de 2021 cuando pretendió que el Congreso alterara el resultado de las elecciones que le dieron la victoria a Joe Biden.

Si bien esta puede ser una causa que deje afuera al ex presidente de una contienda que ya parece ganada en la interna republicana, los expertos legales conservadores, en su gran mayoría, se encuentran muy seguros de que eso no pasará. “Esta será una opinión de nueve a cero para mantener al presidente Trump en la boleta,”, dijo el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, en un evento organizado este miércoles por la Heritage Foundation, un think tank conservador de Washington.

Pero este martes el ex presidente tuvo un revés esperable otra causa, pero en un aspecto central de su estrategia legal: argumentar que mientras era presidente tenía inmunidad y por tanto se debería cancelar el juicio previsto para juzgar si intentó interferir desde la Casa Blanca en el resultado de las elecciones de 2020.

Ese argumento, que ahora un Tribunal de Apelaciones rechazó pero que Trump podrá apelar ante la Corte Suprema, según algunos expertos es parte de una táctica dilatoria para evitar que el caso de fondo que investiga un tribunal de Washington llegue a resolverse antes del día que está previsto asuma el nuevo gobierno.

De esa forma, si Trump llega a ganar las elecciones y llegara a asumir, podría luego desde el Salón Oval auto indultarse.

Las causas legales

Estaba previsto que el juicio para juzgar si Trump interfirió en las elecciones empezara el 5 de marzo. Sin embargo, ahora, fue suspendido sin nueva fecha. Primero esperando que el Tribunal de Apelaciones resolviera el asunto de la inmunidad, pero ahora sólo resta esperar si el ex presidente apela ante la Corte Suprema y, si lo hace, si los jueces deciden aceptar el caso. De todos los casos que le llegan al año, el máximo tribunal toma sólo el 1 por ciento. Si lo hacen, el juicio no se podrá iniciar hasta que la Corte determine efectivamente si un presidente tiene inmunidad o no por eventuales delitos cometidos en el cargo.

Dado ese escenario, el juicio que más probablemente se inicie antes sea el que indaga un posible intento de engaño a los votantes por parte de Trump por haber pagado en 2016 a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio.

Otros dos juicios que ya avanzaron tienen consecuencias civiles. El primero de ellos ya tiene una sentencia en primera instancia de un juez que lo condenó a pagar USD 83 millones a la escritora Jean Carroll en una demanda por difamación realizada luego que Trump negara haberla agredido sexualmente.

El otro caso que también avanza en la justicia de Nueva York es en el que se acusa a Trump, sus hijos mayores y a la Organización Trump de haber cometido fraude fiscal. Se espera un fallo en los próximos días en este juicio civil que podría obligarlo a pagar cientos de millones en restitución y prohibirle hacer negocios en ese estado.

La insurrección

La Corte Suprema de Colorado dio la razón a ciudadanos de ese estado que pidieron excluir a Trump de las boletas electorales por considerar que participó en una insurrección el 6 de enero de 2021 cuando, alentados por él, sus partidarios irrumpieron en el Congreso e intentaron que no se validara el resultado de las elecciones del año anterior que dieron la victoria a Joe Biden.

El argumento central de Colorado para la descalificación de Trump, algo que también fue adoptado por Maine, es que la Constitución prohíbe la elección de funcionarios que participaron de actos de insurrección. El caso fue apelado por Trump y este jueves la Suprema Corte de Estados Unidos celebrará una audiencia para escuchar los argumentos.

Lo que la Corte decida será trascendental no solo en esos dos estados sino en otros que luego podrán ir por el mismo camino.

Este miércoles expertos legales conservadores discutieron este asunto en un evento de la fundación Heritage. El profesor de derecho Josh Blackman, el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, Hans von Spakovsky, experto en reformas electorales de Heritage y Patrick Strawbridge, socio del bufete Consovoy McCarthy, dieron sus argumentos de por qué entienden que la Corte Suprema va a permitir que Trump esté en las hojas de votación.

Rokita, además de creer que la decisión será 9 a 0, afirmó que “los votantes perderán toda confianza si los jueces deciden que los votantes ni siquiera pueden considerar a uno de los dos principales candidatos presidenciales”. Además criticó la definición de “insurrección” de la Corte de Colorado por ser demasiado amplia: “¿Si dos personas se toman de los brazos para bloquear la entrada de un trabajador electoral al lugar de recuento de votos eso es una insurrección?”, dijo el fiscal general de Indiana.

Otro argumento que usan los conservadores es que la Constitución habla de insurrección para puestos “designados” en la administración y no para “electos”, por lo que no aplicaría a Trump, según entiende Blackman.

Un tema en debate es si ante un eventual fallo de la Corte Suprema que le de la razón a Colorado, el asunto deberá pasar por el Congreso para que ejecute la decisión o no. En ese sentido los conservadores afirman que debe ser así y que la descalificación no puede aplicarse automáticamente. Además, dado que Trump ya tuvo un juicio político en el Congreso por el delito de insurrección del que salió sin consecuencias, consideran que descalificarlo por sus declaraciones estaría violando su libertad de expresión bajo la Primera Enmienda.

Pero lo que más preocupa a los expertos conservadores es qué tan clarificador pueda ser el fallo de la Corte Suprema. Blackman advirtió que “si la Corte toma la vía de escape y dice que se necesita al Congreso para hacerlo, entonces permitirán que el Congreso lo haga”. Explicó que esto dejaría la posibilidad de que una mayoría demócrata en 2025 objete los votos electorales por Trump argumentando que está descalificado, creando una crisis constitucional.

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