Un duro y polémico informe del Departamento de Justicia sobre el presidente, Joe Biden, desató un vendaval político en Estados Unidos al poner en duda su agudeza mental y describirlo como “un anciano simpático, bien intencionado y con mala memoria”.
La frase sobre Biden aparece en el informe final del Fiscal Especial, Robert Hur, en la investigación federal a Biden por haber retenido documentos cuando dejó el gobierno de Barack Obama, en el que fue vicepresidente. Hur encontró pruebas de que Biden “retuvo y reveló intencionalmente” información clasificada, pero descartó cualquier acusación formal contra el presidente porque concluyó que –a diferencia de lo que ocurrió con Trump, quien enfrenta un juicio en Washington por el mismo tema– la evidencia contra Biden “no establece la culpabilidad más allá de toda duda razonable”.“También hemos considerado que, en juicio, el Sr. Biden probablemente se presentaría ante un jurado, como lo hizo durante nuestra entrevista, como un anciano simpático, bien intencionado y con mala memoria. Basándonos en nuestras interacciones directas y en observaciones de él, es alguien sobre quien muchos miembros del jurado querrán identificar dudas razonables”, apuntó el informe.
Tanto o más importante que su conclusión, el informe de Hur, que cubrió casi toda la vida política de Biden, dejó varios cuestionamientos a la memoria y la agudeza mental de Biden.
El trabajo señala que la memoria de Biden “fue significativamente limitada” durante las entrevistas con los investigadores, y las conversaciones eran “a menudo dolorosamente lentas”, y que Biden se esforzaba “por recordar eventos” y también “para leer y transmitir sus propias anotaciones”. El informe de Hur también dice que la memoria de Biden fue todavía “peor” en una entrevista en su oficina, en la cual tuvo problemas para recordar cuándo fue vicepresidente, o cuándo murió su hijo, Beau Biden. La mala memoria de Biden parece ser uno de los motivos principales por los que Hur decidió evitar recomendar la presentación formal de cargos contra el presidente, aunque también el Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene una larga tradición de evitar procesar a presidentes en ejercicio.
Hur también se preocupó por diferenciar el desmanejo de material clasificado de Biden del de Trump, al mencionar “distinciones materiales” entre ambos casos. Biden cooperó desde el principio con los investigadores federales, mientras que Trump no lo hizo, y mientras Biden entregó los documentos, el FBI debió hacer una redada en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, para recuperar los documentos.
“No es nuestra función evaluar los cargos penales pendientes contra Trump, pero varias distinciones materiales entre el caso de Trump y el de Biden son claras. A diferencia de las pruebas que involucran a Biden, las acusaciones expuestas en la acusación contra Trump, si se prueban, presentarían hechos agravantes graves”, indicó el Fiscal Especial.
La Casa Blanca difundió un comunicado apenas el Departamento de Justicia publicó el informe de Hur. Biden se mostró conforme, dijo que la investigación fue “exhaustiva”, cubrió casi toda su carrera política en Washington y que llegó a la conclusión a la que siempre creyó que se llegaría: ninguna acusación.
“La conclusión es que, en mi caso, el fiscal especial decidió no seguir adelante con ningún cargo. Este asunto ya está cerrado”, dijo Biden después en un discurso.
Biden ni hizo mención alguna a las críticas de Hur sobre sus problemas de memoria o su falta de agudeza mental, pero si remarcó que se prestó para una entrevista de cinco horas en personas el 8 y 9 de octubre, justo después del ataque terrorista de Hamas a Israel. Pero sus abogados refutaron esas descripciones en duros términos en su respuesta a Hur, y ese tramo de su carta fue difundido luego en las redes sociales por miembros del equipo de prensa de Biden.
“No creemos que el tratamiento que se da en el informe a la memoria del presidente Biden sea exacto o apropiado”, escribieron los abogados de Biden, Richard Sauber y Bob Bauer. “Los informes utilizan un lenguaje muy prejuicioso para describir un hecho común entre los testigos: la falta de recuerdo de acontecimientos ocurridos hace años. Tales comentarios no tienen cabida en un informe del Departamento de Justicia, particularmente uno que en el primer párrafo anuncia que no se justifican cargos criminales y que las pruebas no establecen la culpabilidad del Sr. Biden, entonces discutir el impacto del jurado del testimonio hipotético del presidente Biden en un juicio que nunca ocurrirá es completamente superfluo”, afirmaron.
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