A pesar de su responsabilidad de mitigar la crisis climática con reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en sus operaciones y cadenas de suministro, las empresas en el mundo no han avanzado mucho en la medición integral y en dicha reducción durante el último año.
Esa es la principal conclusión a la que llega un nuevo estudio de Boston Consulting Group (BCG) y la consultora CO2 AI, titulado “Why Some Companies Are Ahead in the Race to Net Zero” (Por qué algunas empresas están a la cabeza en la carrera hacia Net Zero).
De hecho, entre los hallazgos clave a nivel global, sólo el 14% de las empresas afirma haber disminuido las emisiones de acuerdo con sus ambiciones en los últimos cinco años. Esto se traduce en tres puntos porcentuales menos que en 2022, argumentando “las difíciles condiciones económicas” y “las limitaciones de capital” como desafíos para sus esfuerzos de reducción.
Ahora, el estudio hace un zoom en la fijación de objetivos para la reducción de emisiones “Alcance 3″, que es uno de lo que más preocupa al sector privado. Se trata de la más amplia categoría de los GEI, que abarca todas las emisiones indirectas derivadas de las actividades de una compañía y que provienen de fuentes que no están bajo su propiedad o control, como por ejemplo la actividad de sus proveedores y cadena de suministro. El informe es optimista en esta área, develando que ha aumentado en los últimos tres años, llegando al 35% de empresas que declaran hacerse cargo de este ítem en 2023. Y al desglosarlo por sector, la industria de la salud lidera el ranking, con un poco menos de la mitad (44%) de las firmas que están abordando el tema, seguida por bienes industriales (42%) y el sector de telecomunicaciones y medios de comunicación (40%).
El estudio se basa en las investigaciones sobre el progreso de las empresas en todo el mundo, además de encuestas a 1.850 ejecutivos responsables de la medición, reporte y reducción de emisiones en sus organizaciones, abarcando 18 industrias principales y 23 países, entre ellos, Chile. Cada organización participante tenía al menos 1.000 empleados y unos ingresos anuales que oscilan entre los US$100 millones y más de US$10 mil millones.
Según el reporte, sólo el 11% de las empresas sudamericanas informan medir de manera integral sus emisiones de alcance 1 (directas), 2 (indirectas generadas por la electricidad consumida y energía en general) y 3. A pesar de que es un punto porcentual superior al 10% global detectado por esta encuesta, revela un retroceso con respecto a 2022, en que fue del 13%.
/