El presidente de EE.UU., Joe Biden, confundió el cargo del mandatario chino, Xi Jinping, llamándolo presidente de Rusia, durante su intervención en la cena del Baile de los Gobernadores del pasado 24 de febrero.

«Cuando era vicepresidente, el presidente me dijo que quería que conociera a Xi Jinping porque estaba claro que iba a ser el jefe de Rusia –de China–, y que teníamos problemas con Rusia en ese momento y con otros países», señaló Biden, rectificando sobre la marcha.

Además, el inquilino de la Casa Blanca volvió a contar su famosa historia sobre cómo viajó con su homólogo chino «por todo el país», repitiendo que habían visitado la meseta tibetana. «Así que viajé 17.000 millas [más de 27.000 kilómetros] con él por todo el país, por todo nuestro país, y por China también», señaló el presidente de EE.UU.

«Estuvimos en la meseta tibetana. Se dirigió a mí y me dijo: ‘¿Puedes definirme América?’. Y yo —dado que esto ha sido documentado, y es real— lo miré, y le dije: ‘Sí, puedo. En una palabra’. Y él me miró. Y dijo: ‘¿Cuál es?’ Y yo dije: ‘Posibilidades'», afirmó Joe Biden.

Las declaraciones erróneas y los comportamientos inesperados del jefe de Estado, de 81 años, a menudo plantean dudas a la opinión pública sobre pérdida de facultades mentales. En sus discursos, el mandatario ya ha confundido nombres y apellidos de presidentes, países, ciudades, los más importantes hechos geopolíticos, el número de estados en su país y datos sobre los miembros de su familia.

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