La Justicia española condenó a Dani Alves a 4 años y 6 meses de prisión tras encontrarlo culpable de violar a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona durante la madrugada del 31 de diciembre del 2022. La pena incluye también 5 años de libertad vigilada tras su salida de la cárcel y una multa económica que fue clave para reducir el tiempo que pasará tras las rejas.
El ex futbolista indemnizó a la víctima con 150.000 euros por el daño moral y las lesiones sufridas, además de una multa total de 9.000 euros por un delito leve de lesiones. Lo cierto es que la situación financiera del brasileño empeoró considerablemente tras caer ser detenido, sus cuentas están embargadas y debió contar con la ayuda de Neymar para poder afrontar el monto que impuso la justicia.
El dinero fue depositado antes del juicio “en la cuenta del tribunal para que fuera entregado a la víctima independientemente del resultado de la sentencia”.
Neymar padre argumentó que ayudaban a Alves porque “está en prisión preventiva y no ha sido juzgado” por lo que aclaró en ese momento: “Hasta la fecha, la presunción de inocencia es válida en todo el mundo. O participamos en un juicio público y previo al linchamiento, o intentamos ayudar a un amigo y dejar que los tribunales decidirá el destino de Daniel”.
Detenido desde el 20 de enero del 2023, la defensa de Alves prepara una serie de presentaciones con el fin de lograr la libertad a partir de marzo próximo, según confirmó el diario catalán La Vanguardia. La abogada Inés Guardiola, que encabeza el equipo jurídico del ex lateral de 40 años, plantearía que esta peña de cuatro años y medio abre un “nuevo escenario en el que disminuye el riesgo de fuga”, aunque el mismo medio indica que por el momento seguirá en prisión provisional hasta que la sentencia no sea firme: “Y los supuestos para mantenerlo entre rejas son el riesgo de fuga, la destrucción de pruebas o el riesgo de reincidencia”. Estos tópicos hacen creer a Guardiola que puede “reclamar con éxito su inmediata excarcelación ya que no hay riesgo de fuga porque la pena que se le ha impuesto es baja”.
Con el fin de convencer al tribunal, Dani Alves incluso plantearía abonar una “fianza como muestra de garantía”. Aunque ahí nuevamente se hace presente el enfoque financiero, teniendo en cuenta que la familia de Neymar debió prestarle 150.000 euros. Las cuentas del ex futbolista están embargadas por el proceso judicial que mantiene con su ex pareja, Dinorah Santana, quien lo sentó ante la justicia brasileña por no hacer los aportes correspondientes para sus dos hijos, indicó La Vanguardia.
La expectativa es que sus cuentas tengan un ingreso extraordinario en las próximas semanas cuando se le depositen los 4 millones de euros que ganó tras el pleito que mantuvo con Hacienda. El diario brasileño Lance suma un dato más en esta estructura económica: São Paulo le seguirá pagando unos 400 mil reales (80 mil dólares) mensuales por las 60 cuotas que acordó recibir cuando definió su salida de ese club en septiembre del 2021. “São Paulo no puede suspender el pago ni siquiera estando en prisión porque, legalmente, no existe tal fundamento”, informó el medio.
El portal sudamericano UOL también dio detalles de lo sucedido con la víctimas una vez que se confirmó la sentencia a Alves. Aseguraron que apenas se firmó la sentencia, desde el Tribunal Superior de Justicia de Barcelona enviaron una foto de la última página al despacho de los abogados de la denunciante.
“Creyeron en mí, creyeron en mí, creyeron en mí”, son las palabras que había dicho la víctima cuando su abogada, Ester García López, le informó la decisión de la Justicia, según replicó UOL. “En el sillón de madera de una de las estancias del gran despacho del centro de Barcelona, la misma mujer se desplomó al escuchar de boca de su abogado la sentencia de su verdugo. Se encontró sintiendo cosas divergentes al mismo tiempo: lloró, sonrió, se quedó helado. Y repitió una vez más: ‘Ellos creyeron en mí’”, describieron la situación los periodistas Thiago Arantes y Talyta Vespa.
Decidieron esperar la sentencia en el despacho de los abogados para seguir cuidando la identidad de la víctima, aunque apenas se conoció lo sucedido “reporteros y cámaras de televisión se agolparon” en la puerta de la oficina, por lo que la denunciante debió esperar “horas para salir” y “sólo pudo hacerlo disfrazada con la ayuda de un oficinista”. Hay que recordar que, independientemente de una filtración que realizó la madre de Dani Alves, nunca se dio a conocer la identidad de la mujer.
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