La búsqueda de vida extraterrestre ha capturado la imaginación de la humanidad durante siglos, y con el avance reciente en inteligencia artificial, este anhelo podría estar a punto de materializarse.
La aplicación de tecnologías de aprendizaje automático en el ámbito de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) promete revolucionar la manera en que se puede procesar y analizar la vasta cantidad de datos generados por observaciones astronómicas.
Estas herramientas avanzadas de IA tienen el potencial de identificar señales que sugieran la existencia de tecnologías avanzadas fuera del planeta Tierra, acelerando de manera significativa la posibilidad de hallar vida en otros rincones del cosmos.
Búsqueda de extraterrestres con IA
Un reciente estudio publicado en Nature Astronomy, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Toronto, la Universidad de California y la Breakthrough Initiative, ha abierto un nuevo horizonte en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).
Titulado “Una búsqueda de aprendizaje profundo de tecnofirmas de 820 estrellas cercanas”, el estudio explora la posibilidad de utilizar la inteligencia artificial para superar uno de los mayores desafíos en SETI: la filtración de interferencias terrestres y la detección de señales que fácilmente podrían ser ignoradas por los humanos.
Históricamente, el análisis de datos en busca de señales extraterrestres se ha topado con el problema de gestionar grandes volúmenes de datos, un dilema que apenas ha surgido en las últimas décadas para SETI.
En el pasado, como en 1960 cuando el astrónomo Frank Drake inició el proyecto apuntando un telescopio hacia dos estrellas desde Green Bank, Virginia Occidental, había escasez de datos.
El problema de la big data
Con el financiamiento del multimillonario Yuri Milner en 2015, SETI dio un salto monumental con el proyecto Escucha Radical, el cual se propuso buscar señales de vida inteligente en un millón de estrellas, utilizando telescopios distribuidos a lo largo del globo.
La investigación liderada por Peter Ma, ha implementado algoritmos de aprendizaje automático entrenados en inmensas cantidades de datos.
Estos algoritmos son capaces de identificar características particulares de las interferencias terrestres, mejorando así la calidad del filtrado del ruido.
El desafío de revisar manualmente millones de observaciones hace que este enfoque alternativo no solo sea innovador, sino también necesario. Los algoritmos tradicionales, aunque útiles, tienen el inconveniente de posiblemente omitir señales atípicas que no encajan en los patrones ya conocidos.
El equipo de Ma desglosó las observaciones de Escucha Radical de 820 estrellas, utilizando el Telescopio Green Bank Robert C. Byrd de 100 metros, desarrollando un software de aprendizaje automático que identificó casi tres millones de señales de interés.
Aunque la mayoría fueron descartadas como interferencia terrestre, más de 20.000 señales fueron revisadas manualmente, encontrando 8 candidatas prometedoras de ser señales de inteligencia extraterrestre.
A pesar de que la reobservación de estas señales no resultó exitosa, el proceso y las herramientas utilizadas marcan un avance significativo en la forma en que abordamos la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta, destacando el potencial de la IA para acelerar la era de la astronomía impulsada por datos.
IA en la astronomía
La inteligencia artificial está revolucionando numerosos campos de la astronomía, más allá de la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Algunas áreas donde la IA podría hacer significativos aportes son:
- Análisis de imágenes astronómicas: La IA ayudaría a procesar y analizar grandes cantidades de imágenes astronómicas, permitiendo la identificación de galaxias, nebulosas, supernovas y otros objetos cósmicos.
- Predicción de eventos astronómicos: Algoritmos de aprendizaje automático podrían ser empleados para predecir eventos astronómicos, como eclipses, tránsitos planetarios o la aparición de cometas y asteroides, con gran precisión.
- Clasificación y descubrimiento de exoplanetas: Los algoritmos de IA tendrían la capacidad de analizar los datos de telescopios espaciales y terrestres para identificar variaciones en la luminosidad de las estrellas, indicativas de planetas que orbitan alrededor de ellas.
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