Más de 40 países exigieron una investigación internacional independiente sobre la muerte del líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y dijeron que el presidente Vladimir Putin tenía la responsabilidad final.
Los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Gran Bretaña, Ucrania, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Noruega estuvieron entre los países que expresaron su indignación por la muerte de Navalny en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Navalny, de 47 años, que murió en una colonia penitenciaria del Ártico, fue enterrado el viernes en Moscú, rodeado de una multitud de dolientes desafiantes que coreaban su nombre.
“Estamos indignados por la muerte del político opositor ruso Alexei Navalny, cuya responsabilidad final recae en el presidente Putin y las autoridades rusas”, dijo la embajadora de la UE, Lotte Knudsen, al organismo de derechos humanos de la ONU en nombre de 43 países.
“Rusia debe permitir una investigación internacional independiente y transparente sobre las circunstancias de su repentina muerte”, que se considera “una señal más de la represión acelerada y sistemática en Rusia”.
Los países dijeron que estaban profundamente preocupados por la “represión sistemática contra la sociedad civil”.
Instaron a Rusia a liberar inmediata e incondicionalmente a todos los presos políticos, defensores de los derechos humanos, periodistas y activistas contra la guerra detenidos por ejercer pacíficamente sus derechos humanos y por oponerse a la guerra de Rusia en Ucrania.
“Pedimos a la Federación Rusa que ponga fin a este clima de impunidad y cree un entorno seguro para la oposición política y las voces críticas”, dice el comunicado. También instaron a Rusia a “abolir su legislación opresiva y poner fin al abuso político del poder judicial”.
“Los dirigentes políticos y las autoridades de Rusia deben rendir cuentas”, afirmó Knudsen. “El coraje, el sacrificio y el compromiso inquebrantable de Navalny con la causa de la justicia, la libertad y la democracia nunca serán olvidados”.
Tendencias que empeoran
La muerte del más acérrimo oponente de Putin se anunció el 16 de febrero mientras el líder del Kremlin hacía campaña para asegurar un nuevo mandato de seis años en una elección a mediados de marzo en la que no enfrentará competencia real.
Por su parte, el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, dijo que la muerte de Navalny “se suma a mis serias preocupaciones sobre su persecución”.
En el período previo a las elecciones de este mes, las autoridades rusas habían intensificado aún más su represión de las voces disidentes, dijo Turk el lunes en su actualización global al Consejo de Derechos Humanos.
Varios candidatos han sido impedidos de presentarse, debido a supuestas irregularidades administrativas, señaló.
“Desde el inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania, miles de políticos, periodistas, defensores de los derechos humanos, abogados y personas que simplemente han dicho lo que piensan en las redes sociales han enfrentado cargos administrativos y penales, y esta tendencia parece haber empeorado en los últimos meses”, dijo.
Pidió una revisión de todos estos casos y “el fin inmediato de la represión de las voces independientes”.
“El futuro del país depende de un espacio abierto”.
En respuesta a Turk, el representante de Rusia en la cámara dijo que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU estaba produciendo “informes antirrusos” que “reproducían mentiras de Ucrania y Occidente”.
“No falta material abiertamente falso dirigido a nuestro país. Esto parece especialmente cínico”, afirmó.
Pidió a Turk y a su oficina “que comiencen a hacer una evaluación objetiva de la situación en el mundo, para no perder la confianza que aún les queda”.
(Con información de AFP)
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