El precio del oro alcanzó esta semana nuevamente su mayor nivel nominal en la historia de las negociaciones del metal en los mercados internacionales.  El alza ha sido impulsada por los elevados riesgos geopolíticos (Guerra Rusia-Ucrania y los ataques en el Mar Rojo, que muestran una escalada de las tensiones en Oriente Medio), los problemas económicos de China y las abiertas elecciones presidenciales de Estados Unidos a fines de año.

  • El precio del metal alcanzó esta semana los US$ 2.189 la onza troy en el Comex de Nueva York, el máximo nivel alcanzado por el mineral en su historia.
  • El oro ha subido casi un 20,4% desde principios de octubre tras los atentados terroristas del grupo Hamas en contra de Israel.
  • El alza se ha intensificado desde mediados de febrero, cuando China no logró convencer con su reactivación y quedó de manifiesto que el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos está abierto.
  • Si bien el metal ha alcanzado su mayor valor nominal ajustado a la inflación, se mantiene por debajo del máximo de US$ 850 alcanzado en enero de 1980, lo que equivaldría a más de US$ 3.000 actuales.
  • Un factor que hoy ha influido en el alza del oro han sido las compras que han realizado los bancos centrales.
  • Louise Street, analista senior de mercados del Consejo Mundial del Oro, asegura que “la demanda inquebrantable de los bancos centrales ha respaldado la demanda de oro nuevamente en este año y ayudó a compensar la debilidad en otras áreas del mercado, manteniendo la demanda de 2023 muy por encima del nivel móvil de diez años promedio”.
  • Además dice que “la política monetaria, la incertidumbre geopolítica suele ser un factor clave de la demanda de oro y en 2024 esperamos que esto tenga un impacto pronunciado en el mercado. Es probable que los conflictos en curso, las tensiones comerciales y las más de 60 elecciones que tendrán lugar en todo el mundo alienten a los inversores a recurrir al oro por su demostrado historial como activo de refugio seguro”.

 

Un activo de refugio. El oro es considerado tradicionalmente (y a nivel global) un refugio de valor debido a su escasez y a su capacidad para mantener valor a lo largo del tiempo. Debido a su utilización en la fabricación de joyería y monedas, ha sido valorado desde hace mucho tiempo como una forma de ahorro y de proteger el valor de la riqueza.

  • En tiempos de alta inflación el metal ha mantenido su valor frente a las otras alternativas como el dinero o los depósitos.
  • Luego de la crisis subprime de 2008, el oro se disparó de los US$ 750 hasta alcanzar un máximo de US$ 1.900 en septiembre de 2011.
  • Algo similar sucedió a partir de la aparición del covid-19.

La influencia de los bancos centrales. Los bancos centrales de los mercados emergentes han comprado 473 toneladas métricas de oro al año como promedio entre 2010 y 2021.

  • En 2023 compraron 1.100 toneladas métricas del metal. Solo en los tres primeros trimestres de ese año sumaron 800 toneladas, según los datos del Consejo Mundial del Oro (WGC).
  • El Banco Central de Chile no posee reservas de oro debido a la decisión de diversificar las inversiones. Además, existen dificultades para transportar las barras del metal y problemas seguridad, lo que se suma al mal rendimiento del metal a fines de los ochenta y a una alta volatilidad.
  • Históricamente, el Banco Central de Chile siempre tuvo una fracción significativa de sus reservas en oro.
  • En 1986, por ejemplo, tenía 1,8 millones de onzas troy de reservas en oro, lo que representaba casi un 30% de las reservas internacionales del país.
  • A partir de 1997, el Banco Central dejó de acumular oro en sus reservas y posteriormente comenzó a desprenderse de ellas y completó sus ventas en el año 2000.
  • Hoy solo cuenta con diez lingotes de oro que están en las bóvedas interiores del instituto emisor.

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