El informe de enero que entregó la Dirección del Trabajo (DT) sobre causales de despidos reveló que hubo 51.648 desvinculaciones por necesidad de la empresa, lo que representa un incremento anual del 19% y es, además, la peor cifra desde mayo de 2020 -en el momento más crítico de la pandemia para el mercado laboral- cuando hubo 54.515.
La causal por necesidades de la empresa es a la que más ponen atención economistas y autoridades, ya que es un indicador importante sobre la situación económica de las empresas. Así, es una muestra más del deteriorado mercado laboral en Chile y del complejo escenario por el que cruzan las firmas del país, mientras la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, insiste con sus emplazamientos al sector privado para que «paguen mejor».
El informe de la DT muestra un cambio significativo respecto a diciembre de 2023, cuando hubo 41.307 de estas desvinculaciones, registrando un alza de 1,3% en comparación a diciembre de 2022, siendo el menor incremento anual desde febrero de 2022.
Según detalla la DT, «el despido por la causal de necesidades de la empresa, parte de la premisa que el término del contrato debe estar asociado, por regla general, a una causa que no sea la sola voluntad unilateral y discrecional del empleador, por cuanto el despido debe fundarse en hechos objetivos que hagan inevitable la separación de uno o más trabajadores (artículo 161, inciso 1 del Código del Trabajo)».
En esa misma línea, dependiendo de las situaciones «pueden invocarse como constitutivas de ella, siendo estas la racionalización o modernización de la empresa, establecimiento o servicio, las bajas en la productividad y los cambios en las condiciones del mercado o de la economía».
Según el último reporte que entregó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la tasa de desempleo en Chile, esta se ubicó en 8,4% durante el trimestre noviembre 2023 – enero 2024, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
Y así el 2024 arrancó con un nuevo aumento anual en el desempleo, el decimoquinto consecutivo. Esto, explicado por el incremento de 0,4 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (3,4%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,9%).
Situación crítica en el mercado laboral, en medio de que la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, ha tenido una semana de dimes y diretes con los empresarios debido justamente al empleo en Chile. El primero fue cuando la secretaria de Estado atribuyó parte de la responsabilidad por el estancamiento laboral al mundo empresarial, asegurando que «a veces olvidan su rol», ya que -sostuvo- la creación de puestos de trabajo «tiene mucho que ver con el rol del sector privado».
El segundo episodio ocurrió en un seminario en el que Jara protagonizó un tenso cruce con el presidente de Pivotes, Bernardo Larraín Matte, y donde la ministra llamó a los empresarios a «pagar mejor» para incentivar la formalización laboral en el país.
Y ayer, volvió a insistir en aquello, al manifestar que «no puede ser que se resista que exista una reforma tributaria en el país, se resista una reforma de pensiones en el país y, además, sigamos teniendo salarios tan bajos».
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