Está más que dicho que el ejercicio es bueno para la salud: mejora la salud cardiovascular, controla el peso, fortalece los músculos y los huesos, mejora la salud mental, aumenta la energía y resistencia, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora la calidad de vida en general.
Pero muchas veces hay factores que se interponen para hacer ejercicio, como el tiempo, el cansancio o quizás una condición médica que lo impida. Pensando en todas esas personas, los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis pasaron 10 años creando compuestos que logren imitar los beneficios del ejercicio, y parecen estar muy cerca de lograrlo.
Una píldora milagrosa podría entregar los mismos beneficios del ejercicio pero sin mover un músculo
Los investigadores informaron en la reunión de primavera de la Sociedad Química Estadounidense (ACS) sobre nuevos compuestos que parecen capaces de imitar el impulso físico del ejercicio, al menos dentro de las células de los roedores.
Se trata del compuesto SLU-PP-332, que activa los receptores relacionados con el estrógeno (ERR), fundamentales para el metabolismo y el crecimiento muscular, imitando los efectos del ejercicio.
Los receptores relacionados con el estrógeno son una clase de proteínas especializadas que desempeñan un papel crucial en la regulación del metabolismo energético y la función muscular. Estos receptores son activados por ciertas señales, como el ejercicio físico, y desencadenan una serie de cambios metabólicos en los músculos.
Existen tres tipos principales de receptores relacionados con el estrógeno: ERRα, ERRβ y ERRγ. Cada uno de estos receptores tiene funciones específicas y puede influir en diferentes aspectos del metabolismo muscular y la respuesta al ejercicio.
Cuando una persona se ejercita, los niveles de actividad de estos receptores pueden aumentar. En particular, el ERRα ha sido identificado como un mediador clave en la respuesta metabólica al ejercicio y mejorar la capacidad del músculo para generar energía.
El compuesto SLU-PP-332 desarrollado por Elgendy y su equipo es capaz de activar los tres tipos de ERR, imitando así los efectos del ejercicio sobre estas proteínas.
En experimentos con ratones, el equipo descubrió que este compuesto aumentaba un tipo de fibra muscular resistente a la fatiga y al mismo tiempo mejoraba la resistencia de los animales cuando corrían en una cinta para roedores.
“No podemos reemplazar el ejercicio; el ejercicio es importante en todos los niveles”, afirmó en un comunicado Bahaa Elgendy, investigador principal del proyecto y profesor de anestesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. “Si puedo hacer ejercicio, debo seguir adelante y realizar actividad física. Pero hay muchísimos casos en los que se necesita un sustituto”.
La idea es encapsular en un fármaco la capacidad del ejercicio para mejorar el metabolismo y el crecimiento de las células musculares, así como el rendimiento muscular.
Imitar estos efectos podría compensar la atrofia y la debilidad muscular que pueden ocurrir a medida que las personas envejecen o se ven afectadas por el cáncer, ciertas condiciones genéticas u otras razones por las que no pueden realizar actividad física regular. Según Elgendy, también podría contrarrestar los efectos de otras drogas, como los nuevos medicamentos para bajar de peso que provocan la pérdida tanto de grasa como de músculo.
El equipo comparó la potencia de SLU-PP-332 con la de los nuevos compuestos observando el ARN, una medida de la expresión genética, de unos 15.000 genes en células del músculo cardíaco de rata. Los nuevos compuestos provocaron un mayor aumento en la presencia de ARN, lo que sugiere que simulan de manera más potente los efectos del ejercicio, explica el comunicado.
“Estos objetivos farmacológicos no se pueden tratar y, si logramos hacerlo, esto podría llevar al desarrollo de terapias para algunas de las enfermedades más desafiantes que enfrentamos hoy en día, como las enfermedades neurodegenerativas y la insuficiencia cardíaca”, dijo Elgendy en un video de la Sociedad Química Americana.
La actividad de ERR también parece contrarrestar los procesos dañinos que ocurren en el cerebro en pacientes diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer y aquellos que padecen otras afecciones neurodegenerativas. Si bien SLU-PP-332 no puede pasar al cerebro, algunos de los nuevos compuestos se desarrollaron para hacerlo.
“En todas estas condiciones, las ERR desempeñan un papel importante”, afirmó Elgendy. “Si tienes un compuesto que pueda activarlos de manera efectiva, podrías generar muchos efectos beneficiosos”.
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