“Valparaíso es una ciudad costera ubicada en una zona de alta actividad sísmica, lo que aumenta el riesgo de que ocurran terremotos y tsunamis”, es la respuesta generada por ChatGPT al consultarle sobre una emergencia de esta naturaleza, aunque la descripción podría cuadrar con cualquier zona del país, dadas las características geográficas del territorio nacional.

Sin embargo, la ciudad costera ha cobrado protagonismo durante el presente año, luego de revelarse como la zona que se mantiene en la mira como el posible epicentro de una eventual emergencia, de acuerdo a la opinión de autoridades y expertos, expuestas en el seminario Preparándonos para el próximo gran terremoto y tsunami en Chile Metropolitano: Avances de la ciencia, la institucionalidad y la comunidad.

Al respecto, al consultar a una Inteligencia Artificial sobre cómo sería un evento como este, responde que se debería a la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, incluso considerando que podría ser superior a magnitud 8.0.

“Después del terremoto, la subducción de la placa podría desencadenar un desplazamiento vertical del lecho marino, generando un tsunami. Las aguas del océano se elevarían rápidamente y formarían olas gigantes que se dirigirían hacia la costa”.

El chatbot también señala que, en la situación hipotética, habría apenas unos minutos entre el sismo y la llegada del mar, “por lo que no habría mucho tiempo para evacuar a las personas en las áreas costeras”.

“Las olas golpearían la línea de costa con una fuerza devastadora, inundando áreas bajas y causando daños catastróficos a las infraestructuras, edificaciones y a la población local”.

Luego de su explicación, ChatGPT advierte que se trata de una descripción hipotética y que una emergencia real puede variar, dependiendo de la magnitud del terremoto, la ubicación del epicentro y las características del posterior maremoto.

“La preparación, la planificación y la educación en materia de desastres son fundamentales para reducir el impacto de eventos sísmicos y tsunamis en zonas de alto riesgo como Valparaíso”.

¿Cómo sería un tsunami en Valparaíso según la IA?

Al consultar a la Inteligencia Artificial sobre la recreación de un posible tsunami que afecte a Valparaíso, el creador de imágenes que Microsoft implementó en Bing, basado en Dall-E, muestra resultados similares, con construcciones del borde costero siendo azotadas por grandes olas, con edificios y cerros de fondo.

Tsunami en Valparaíso según la IA. Foto: Bing Image Creator
Tsunami en Valparaíso según la IA. Foto: Bing Image Creator
Tsunami en Valparaíso según la IA. Foto: Bing Image Creator

¿Qué dicen los expertos ante un posible tsunami en Valparaíso?

Consultado sobre el contenido de las imágenes computarizadas, Rodrigo Cienfuegos, profesor de Ingeniería Hidráulica y Ambiental UC, y director de Cigiden, expresa a La Tercera su discrepancia:

—Me parecen fuera de la realidad. Parecen olas de marejadas, que se generan con el viento, que son muy diferentes a las inundaciones que puede generar un tsunami, que es más parecido a la crecida de un río.

El experto señala que, si llegara a ocurrir un maremoto en las costas de Valparaíso, se apreciaría de una forma diferente.

—Las longitudes de onda de las marejadas deben ser del orden de 200 a 300 metros y un tsunami puede tener 10 o 20 kilómetros, entonces estamos hablando de escalas bien distintas, lo que no se parece a una ola común (…) No va rompiendo como una ola, va moviéndose como una pared de agua, es más parecido a la inundación del río.

Misma opinión comunica Luis Donoso, sismólogo y académico de Geofísica Aplicada de la UDD, al observar la imagen.

—Lo que está simulando es un oleaje, y los tsunamis no son oleajes, es un alza del nivel medio del mar. Lo que dice la historia que en el caso de tsunami no es una ola, es un alza del nivel medio del mar más allá del promedio.

¿Tsunami en Valparaíso?

La Región de Valparaíso se posicionó como un lugar a considerar para un próximo eventual terremoto y tsunami que afecte al país, donde el desastre de 1730 es el punto en común de la discusión de expertos, aunque no es posible anticiparse, según explica Cienfuegos:

—Lo que se ha estado conversando es basado en lo que hemos aprendido sobre lo que aprendimos en 1730, un megaterremoto, donde hay evidencia de hasta dónde llegó la inundación. Pero no tenemos demasiados antecedentes para conocer su posible repetición, sabemos que son de muy baja frecuencia, más de 300 a 500 años.

En esa línea, el director de Cigiden explica que no hay posibilidad de predecir un evento como este, por lo que la importancia radica en la prevención:

—Sabemos que ocurrió antes y nos indica que podría ocurrir en el futuro, pero no es posible anticipar en qué momento. Por eso hablamos que es necesario estar preparados. Pero si nos ponemos en ese escenario, poco probable pero plausible, efectivamente las condiciones de desarrollo de Valparaíso y Viña harían difícil la respuesta, en particular a la evacuación, en el Estero Marga Marga sobre todo.

En tanto, Donoso expresa una opinión más crítica y considera que no se debería pensar en una emergencia de tales proporciones:

—Hay un cierto patrón y para Valparaíso va entre 60, 70 años, desde el 2040 en adelante yo diría sí, pondría atención desde 2050, contando desde 1985. Desde 1730 hasta ahora, hay, por lo menos, 10 grandes terremotos en la zona central.

Es por eso que, en base a los grandes eventos ocurridos en los últimos años, el sismólogo considera que no están las condiciones para esperar un megaterremoto como el de 1730.

—Lo que nos enseña la ciencia es simple, si usted no tiene energía elástica preservada es imposible que se vuelva a romper y tenemos una ruptura que nos limita por Pichilemu, por el terremoto del 27F, y el anterior a ese de 1835, entonces sabemos que no tenemos los niveles de esfuerzo en la parte superior de la corteza como para volver a romperlo. Por el límite norte, tenemos la ruptura del terremoto de La Serena de 2015. Entonces tenemos un límite entre el sur de Los Vilos y Navidad, que efectivamente no tenemos un gran sismo que haya roto desde 1985, ahí estamos de acuerdo. Creo que se está apostando a que se repita la secuencia completa. A mi juicio no, porque después de 1822 tengo el gran terremoto de Valparaíso de 1906 y después el de Algarrobo en 1985.

Una mirada similar expone Cienfuegos, quien asocia al terremoto del 27F una importancia liberación de energía:

—El evento del 2010, cuya ruptura llegó hasta el norte de Pichilemu, en principio debería haber descargado bastante energía, desde ahí hacia el sur, lo que debería delimitar la zona de ruptura de un posible gran terremoto en la zona central.

¿Y cómo sería un tsunami en Valparaíso? Cienfuegos indica que, lejos de las imágenes generadas por la Inteligencia Artificial, un ejemplo más cercano de cómo sería un tsunami en Valparaíso lo entregan las imágenes que dejó el maremoto que afectó a Miyako, Japón, el 11 de marzo de 2011, luego de un terremoto de magnitud 9.1.

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