Nuestro único satélite natural es la Luna, y por tanto ha cautivado a la sociedad desde tiempos inmemoriales. Y es que se trata de un cuerpo celeste que orbita alrededor de la Tierra, influye en fenómenos naturales como las mareas y se trata de nuestro principal objeto de estudio en el espacio. Por eso, no es extraño que en 1969 la humanidad lograse pisarla, en el marco de la misión Apolo 11 de la NASA y con Neil Armstrong y Buzz Aldrin al frente. Ellos fueron los dos primeros humanos en conocer la superficie lunar, y si bien en ese momento podía parecer un páramo desolado, lo cierto es que varios años después la proyección es muy distinta.
Son distintos los expertos que coinciden en que hacia el año 2100 la Luna se transformará radicalmente. En los próximos cien años, podría ser un nuevo epicentro de actividad humana y tecnología, albergando estructuras que podrían parecer sacadas directamente de la ciencia ficción.
¿Cómo se verá la luna en 2100?
Según recoge el diario The Sun, Martin Barstow, profesor de astrofísica, afirma que nos encontramos al umbral de una era donde la Luna sufrirá cambios significativos. La carrera espacial, históricamente dominada por potencias como Estados Unidos y la Unión Soviética, ya evolucionó hacia su siguiente estadio. Y ahora, naciones como China están emergiendo como nuevos protagonistas en la exploración lunar.
Asimismo, estamos preparando el terreno para futuras misiones a Marte y, potencialmente, para explotar los recursos lunares que aún desconocemos pero que podrían ser de buen provecho para unos pocos. En ese contexto, Barstow afirma que la instalación de infraestructuras básicas para la supervivencia, como la extracción de agua y oxígeno del hielo lunar, será sólo el comienzo.
Una Luna controlada por robots y la élite
Aunque estas operaciones requerirán una inversión considerable, estos avances podrían financiarse parcialmente mediante el turismo espacial, atrayendo a magnates que busquen en experimentar la gravedad lunar de primera mano. Así, esta visión futura de la Luna incluiría viviendas subterráneas, además de una extensa red ferroviaria para facilitar el transporte a lo largo de nuestro satélite.
“Los robots pueden ir a los lugares más peligrosos. Pueden existir en la superficie sin soporte vital durante largos períodos de tiempo y creo que esa relación será absolutamente crítica para cómo se desarrollarán las cosas en la Luna en el futuro”, agrega el profesor.
Y es que se anticipa que los robots jugarán un papel fundamental en este nuevo alojamiento lunar, encargándose de gran parte de la construcción y el mantenimiento necesarios para hacer posible la colonización humana del satélite.
Con todo, si estas predicciones se materializan, la Luna ya no sería como la conocemos hoy, pues podría transformarse en un bullicioso centro de actividad humana y tecnológica en menos de un siglo.
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