El Banco Central se alineó con lo que el lunes ya el mercado comenzó a adelantar. Ese día tras conocer el Imacec de 4,5% los economistas subieron su proyección al rango entre 2% y 3% y ahora el Banco Central (BC) en su Informe de Política Monetaria (Ipom) ratificó el cambio de ambiente que adelantaron los economistas.
Así, para este año, subió su proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1,25% y 2,25% a uno entre 2 y 3% este año, mientras que tanto para 2025 como para 2026, se proyecta un rango de entre 1,5% y 2,5%, con una economía que irá convergiendo a su tasa de crecimiento potencial. Buena parte de la revisión para este año se explica por la aceleración de la actividad en el primer trimestre.
Según el Central, buena parte de la revisión se explica por la aceleración de la actividad en el primer trimestre. “A medida que se reviertan algunos de sus elementos transitorios, la actividad volverá a crecer a tasas más bajas, similares a las proyectadas previamente”, dice el BC.
¿Pero qué explicará este mayor crecimiento para Chile? Según explicó el ente rector, el consumo privado tendrá tasas de expansión similares a las consideradas en diciembre, explica el Banco Central proyectando un alza de 2%. De esta manera, indica que el gasto de los hogares irá aumentando gradualmente, con condiciones financieras que irán tornándose más favorables, y con un repunte de la masa salarial real, debido al incremento de los salarios reales y del empleo.
Asimismo, sostienen que servirá de apoyo las condiciones financieras que irán tornándose más favorables y el repunte de la masa salarial real, debido al incremento de los salarios reales y del empleo.
Si bien plantea que el mercado del trabajo aún exhibe holguras, aunque se estima que parte del rezago en la participación de ciertos grupos etarios podría ser más permanente y se resalta que la confianza de los consumidores ha ido mejorando (IPEC), pero persiste en la zona de pesimismo.
Otro motor que tendrá la economía será la mayor demanda externa en las exportaciones, así como el impacto de la debilidad del gasto interno en las importaciones. De hecho, para las exportaciones proyecta un crecimiento de 4,5%, siendo mayor la proyección de diciembre de 3,4%.
En su análisis el BC sostiene que el mayor crecimiento previsto para Estados Unidos en 2024 contribuye a un impulso externo mayor. “El escenario central considera que en 2024 esta economía crecerá más que lo anticipado en el último Ipom (1,9% versus el 0,6% en diciembre), a la vez que excluye la posibilidad de una recesión.
Según el BC, dicha corrección explica cerca de dos tercios del ajuste de las perspectivas para los socios comerciales de Chile este año (3% versus 2,7% en diciembre). Para el resto de esos países, las proyecciones reiteran un bajo crecimiento.
No obstante, las dudas recaen sobre China, donde se sigue esperando una reducción de su crecimiento este año y en los siguientes. De todas formas, la demanda por cobre en esa economía sigue fuerte, dado su creciente rol en la transición energética renovable y la electromovilidad, lo que eleva la estimación para el precio del metal (US$3,85 la libra en 2024-2026).
Lo negativo será la inversión: al menos eso es lo que espera el BC, ya que prevé una contracción de 2%, debido a una mayor base de comparación. En su análisis el BC resalta “su evolución hacia fines de 2023 y fundamentos que siguen débiles”. Diversos antecedentes apuntan a que el deterioro de la Formación Bruta de Capital Fijo se mantendría en el corto plazo, sobre todo en maquinaria y equipos.
Asimismo, las importaciones de bienes de capital han seguido debilitándose, en medio de la depreciación cambiaria de meses recientes. “La proyección considera que en la primera parte del año la velocidad de expansión de esta fracción de la FBCF será menos negativa que a fines de 2023 y que será positiva en el segundo semestre”. El Central comenta que, de todos modos, se debe tener presente que se trata de un componente del gasto tradicionalmente volátil.
En construcción y otras obras, al mayor impulso de las obras de ingeniería que proyectan los catastros se opone un bajo dinamismo del rubro inmobiliario. Las condiciones financieras continúan restringiendo la inversión, en especial por los niveles de las tasas de interés de los préstamos a más largo plazo.
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