Las controversiales posturas de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling sobre la comunidad transgénero han vuelto a cobrar relevancia. Rowling ha manifestado recientemente que no está dispuesta a perdonar a los actores, Daniel Radcliffe y Emma Watson, quienes le dieron vida a sus personajes en las adaptaciones cinematográficas y que públicamente mostraron su apoyo a los derechos trans en 2020.
La discusión se reavivó a raíz de un informe publicado por la BBC, basado en una revisión de cuatro años realizada por el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido sobre la atención de género, el cual fue liderado por la pediatra Hilary Cass. Según el informe, el tratamiento actual para jóvenes transgénero se basa en evidencias “notablemente débiles” y ha resultado en desatenciones por parte de médicos hacia estos niños.
La Dra. Cass señaló la falta de evidencia sólida sobre los resultados a largo plazo de intervenciones como los bloqueadores de pubertad, lo que significa una práctica inusual al administrar tratamientos potencialmente transformadores sin conocer sus efectos durante la adultez de los pacientes que se sometan a estos procedimientos.
Rowling, quien en repetidas ocasiones ha demostrado no estar de acuerdo en la forma que se ha manejado la comunidad transgénero, no tardó en compartir este informe, calificándolo como “un momento crucial que expone las lamentables repercusiones de estas prácticas médicas”.
En este contexto, seguidores de Rowling no tardaron en recordarle las declaraciones de Watson y a Radcliffe, considerando que la dupla que interpretó a Hermione Granger y a Harry Potter, le debía una disculpa a la autora, que además, esperaban que aceptara de inmediato.
Ante esto, Rowling declaró lo siguiente:
“Me temo que no estoy segura (de perdonarlos). Las celebridades que se acogieron a un movimiento que intentaba erosionar los derechos de las mujeres conquistados con tanto esfuerzo y que utilizaron sus plataformas para animar la transición de menores pueden guardar sus disculpas para los traumatizados detractores y las mujeres vulnerables que dependen de espacios diferenciados por sexos”, escribió tajante Rowling.
En su momento, Radcliffe defendió la dignidad e identidad de las personas trans, citando estadísticas de discriminación y la necesidad de un mayor apoyo.
“Las mujeres transexuales son mujeres. Cualquier afirmación en sentido contrario borra la identidad y la dignidad de las personas transgénero y va en contra de todos los consejos dados por asociaciones profesionales de la salud (…) Según The Trevor Project, el 78% de los jóvenes transgénero y no binarios declararon haber sido objeto de discriminación debido a su identidad de género. Está claro que tenemos que hacer más para apoyar a las personas transgénero y no binarias, no invalidar sus identidades y no causar más daño”.
Watson, por su parte, reafirmó su visión inclusiva, expresando respeto y amor hacia la comunidad trans.
“Las personas trans son quienes dicen ser y merecen vivir sus vidas sin que se les cuestione constantemente o se les diga que no son quienes dicen ser. Quiero que mis seguidores trans sepan que yo y tantas otras personas de todo el mundo los vemos, los respetamos y los queremos por lo que son”.
La controversia en torno a J.K. Rowling y la comunidad trans,se disparó desde que la autora decidió mostrar su apoyo a Maya Forstater, investigadora británica que fue despedida por actitudes que se consideraron transfóbicas. A partir de aquí, cientos de personas acusaron a Rowling de odiar a la comunidad transgénero, a lo que la autora no se quedó callada.
Uno de los momentos más destacados de esta confrontación fue cuando Rowling compartió un extenso ensayo donde aseguraba, entre varias cosas, que el lenguaje inclusivo que había adoptado la comunidad como “personas menstruantes” o “personas con vulva”, eran degradantes para las mujeres, sobre todo cuando estas han sido víctimas de violencia de género.
“Las mujeres deben aceptar y admitir que no hay ninguna diferencia material entre las mujeres trans y ellas mismas. Pero, como muchas mujeres han dicho antes que yo, ‘ser mujer’ no es un disfraz. … El lenguaje ‘inclusivo’ que llama a las personas femeninas ‘menstruadoras’ y ‘personas con vulva’ les parece a muchas mujeres deshumanizante y degradante. Entiendo por qué los activistas trans consideran que este lenguaje es apropiado y amable, pero para quienes hemos sufrido insultos degradantes escupidos por hombres violentos, no es neutro, es hostil y alienante”, declaró Rowling en 2019.
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