La situación financiera de un sector de la población en Chile sigue bajo presión. De acuerdo al informe mensual de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, entre enero y marzo de 2024 hubo 903 personas que se declararon en quiebra. Esta cifra es un 60% más que el mismo periodo del año pasado y es, además, el número más alto desde 2021, cuando hubo 1.072.
Asimismo, si se analiza el comportamiento de las renegociaciones de personas, estas subieron 190%, al totalizar 417.
¿Qué lo explica? Al menos dos factores. Uno es el cambio en la legislación, que simplificó los requisitos para iniciar los procesos de liquidación y renegociación de quienes tienen deudas, generó una fuerte alza de las personas en estado de insolvencia, en este inicio de 2024 y el segundo es la situación de liquidez por la que atraviesan las personas y sus familias.
Pedro Eguiguren, socio de Eguiguen Abogados, afirmó que “el cambio de la ley en agosto del 2023 ha fomentado el acceso a las personas a los procedimientos de renegociación y liquidación, ya que simplificó y disminuyó los requisitos de acceso”. Sin embargo, también señala que “es posible que el aumento se deba a que el 2023 la economía estuvo detenida, con una importante inflación y desempleo, y aunque los indicadores muestran una mejoría para el 2024, la economía aún esta frágil, afectando principalmente a las personas naturales”.
Diego Messen abogado y socio de Moraga Cía, complementa el análisis indicando que “esto obedece primero, al hecho que hubo una modificación de la normativa que tuvo por simplificar los procedimientos de reorganización y liquidación para las personas naturales. Lo segundo, es el término de los subsidios estatales que han repercutido en los bolsillos de los chilenos. Por último, podemos agregar que, al existir un crecimiento prácticamente nulo en materia económica, ha afectado directamente al desempleo”.
Tomás Flores, economista de LyD, puntualiza que “en el alza de repactación y quiebra de personas esta presenta la debilidad del mercado del trabajo, en donde uno de sus síntomas es el alza significativa de los despidos. Adicionalmente la simplificación del trámite puede explicar también parte del incremento”.
Ricardo Ibáñez, abogado y socio fundador de defensadeudores.cl argumenta que “las quiebras han subido un 60% y eso resulta altamente peligroso, ya que da cuenta de la delicada situación económica que está viviendo nuestro país y de la imposibilidad que tienen las personas naturales para enfrentar sus compromisos comerciales”.
¿Y las empresas?
Una mejor realidad atraviesa las empresas. Según este reporte, las firmas que han solicitado las quiebras durante el primer trimestre cayeron 45,7%, lo que se traducen en 140. Esta cifra, además, es la menor al menos desde 2018.
Messen sostiene que esto se debe probablemente “a que las empresas que se encontraban en insolvencia efecto post pandemia, ya se sometieron a este procedimiento el año pasado. Hoy, las empresas que han tenido continuidad han podido enfrentar de mejor manera la crisis económica”.
Ibáñez explica que esto se debe a que “las empresas están sin liquidez, es decir, no tienen ninguna posibilidad de pagar honorarios para ingresar a los procedimientos concursales. Y por ello, han optado por el camino que seguían antes de la liquidación voluntaria, que es bajar la cortina en la clandestinidad, es decir, dejar de operar”.
Eguiguren menciona que “posiblemente se deba a un aumento de los procedimientos de reorganización por sobre las liquidaciones. Las modificaciones realizadas a la ley de insolvencia y reemprendimiento ha permitido que pequeñas y medianas empresas puedan reorganizarse, ya que se disminuyeron los costos y requisitos. Antes de las reformas realizadas a la ley, este procedimiento por su complejidad y altos costos asociados quedaba solamente reservado para las grandes empresas”.
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