Además de la censura que presentó el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano, una seguidilla de repercusiones ha tenido la elección de la nueva mesa en la Cámara de Diputados.

El lunes a las 17.00 horas la diputada Karol Cariola (PC) ganó por la diferencia mínima la presidencia la Corporación (76 contra 75 votos), convirtiéndose en la primera comunista en ostentar el cargo. Con el mismo resultado llegaron a las vicepresidencias los diputados Gaspar Rivas (PDG) y Eric Aedo (DC).

Este resultado desencadenó una serie de conflictos en la Cámara. La más visible fue la censura que presentaron parlamentarios de oposición, la cual será sometida a votación el próximo lunes.

Presidencia de la comisión de Constitución

Otra consecuencia fue el triunfo del diputado Miguel Ángel Calisto (Demócrata) en la comisión de Constitución de la Cámara, reafirmado el quiebre del pacto entre los partidos oficialistas y las fuerzas políticas no alineadas.

El diputado Raúl Leiva (PS) renunció a la comisión y propuso como candidato a su par Marcos Ilabaca (PS). Sin embargo, con los votos de oposición, de Calisto (demócrata) y René Alinco (IND), que reemplazaba a Pamela Jiles (PH), el parlamentario demócrata se quedó con la presidencia por un voto a favor.

En ese contexto, la parlamentaria Maite Orisini (RD) a través de sus redes sociales dijo que «hoy la diputada Pamela Jiles se ausentó de la votación para elegir al nuevo presidente de la comisión de Constitución y envió un reemplazo que – junto a la derecha – le entregó el triunfo al diputado Calisto».

Agregó que «ambos fueron designados para formar parte de la comisión en base al acuerdo administrativo que hoy quebrantaron, socavando las confianzas políticas y dando cuenta a la ciudadanía del incumpliendo de su palabra empañada».

Expulsan a Pulgar (IND) de la bancada

La jefa de la bancada de Demócratas, del Partido de la Gente e Independientes, Joanna Pérez (Demócrata), comunicó a la Corporación que el diputado Francisco Pulgar (IND-PDG) ya no forma parte del colectivo, luego de que este último no votara en la elección por la presidencia de la Cámara donde competía Cariola y Pérez.

Joanna Pérez explicó que la decisión la tomó la bancada y no ella de manera particular. En ese contexto, calificó de «deleznable» el actuar de Pulgar ya que él le habría comprometió su voto y finalmente no se presentó.

Pulgar se escudó en su independencia política y aseguró que «las decisiones que hayan tomado en este caso de mi remoción de la bancada no me afecta porque ya he tenido la experiencia en otras bancadas por pensar distinto. Así funcionan los grupos políticos que tratan de imponer ciertas ideas y forzar a quienes pensamos distinto de una manera más neutral».

En ese contexto, Pulgar podría radicarse en el Comité Mixto Radical, Liberal y de la Democracia Cristiana o en el del PPD e independientes, pero aún es una conversación que está en desarrollo.

Los dardos al ministro Elizalde

El nuevo vicepresidente de la Cámara, Gaspar Rivas (PDG), en entrevista con T13 indicó que la propuesta del cargo llegó directamente desde el Gobierno, específicamente del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde.

Si bien minutos después rectificó y dijo que Elizalde no le ofreció la vicepresidencia de la Cámara, esto encendió un lluvia de críticas contra el secretario de Estado, y se convirtió en el principal argumento de la oposición para remover a la directiva.

Por su parte, Elizalde descartó haber ofrecido el cargo a Rivas. «La vicepresidencia del Partido de la Gente estaba considerada, por acuerdo de las bancadas, y mi labor se limitó simplemente a consultarle a la subsecretaría si aquello seguía vigente», indicó.

En ese escenario, la jefa de bancada de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, dijo que «el ministro Elizalde debe dar la cara y hemos escrito una carta dirigida al presidente de la República poniendo en concreto estos hechos los cuales yo he mencionado para que él evalúe la continuidad del ministro y de la subsecretaria».

Asimismo, Jorge Guzmán (EVO) acusó una «intromisión directa del Poder Ejecutivo en las decisiones que toma el Poder Legislativo».

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