El Presidente de la República, Gabriel Boric, participó en una entrevista con radios pertenecientes a ARCHI, la cual se transmitió por 500 radios pertenecientes a la asociación y señal oficial.

En ese contexto, lo primero que abordó el Mandatario fue el triple crimen que afectó a los funcionarios de carabineros el sábado 27 de abril, día del aniversario de la institución.

«Evidentemente, esto nos da cuenta de que siguen existiendo grupos cuyas características no quiero adelantar (…) hay diferentes hipótesis abiertas, pero grupos criminales, en cualquier caso, que tienen que ser totalmente desarticulados», sostuvo, apuntando a la autoría del delito.

«Un ataque de estas características tiene connotaciones terroristas, no le hago asco a la palabra. Frente a un atentado de estas características, creo que la condena tiene que ser total y no debe haber matices en aquello.», comentó.

Además, el Presidente señaló que durante estallido social «se realizaron graves vulneraciones a los derechos humanos que fueron constatadas por además, cuatro organismos internacionales, y eso no tiene ningún sentido desconocerlo».

Sin perjuicio de ello, dijo no haber compartido la imagen del denominado «perro matapacos». «Yo jamás festiné, ni me hizo ningún sentido esta imagen burda del perro aquel».

«Jamás van a encontrar una declaración mía haciendo gala de aquello. Me parece ofensiva y denigrante», agregó.

Mewes

En materia de economía, el jefe de Estado abordó la última versión del Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) criticando el discurso que vertió el líder de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Ricardo Mewes, el que a su juicio «no fue colaborativo. «Solo se dedicó a criticar las diferentes medidas del Gobierno sin ofrecer alternativas a aquellas», apuntó.

En el marco del intercambio con la prensa, Boric defendió su promoción al crecimiento económico y descartó en ella una contradicción con el anhelo que reconoció el año pasado en entrevista con la BBC de que «una parte de mí» quiere derrocar el capitalismo.

«Yo soy una persona de izquierda que cree que el crecimiento es necesario, que le hace bien al país y que tiene que ser distribuida de manera justa», sostuvo a partir de la frase.

Prensa

A partir del Día Internacional de la Libertad de Prensa, el Presidente abordó su relación con los medios de comunicación y aseguró que sostiene la premisa de que la prensa y la libertad de expresión, debe incomodar al poder.

«Estoy convencido de aquello», afirmó. «A mí me han incomodado un par de veces y en buena hora». «No soy de las personas que se amurran y dejan de hablar. Yo estoy permanentemente realizando actividades públicas y de manera periódica respondo preguntas», acotó.

En esa línea, abordó la declaración que dio en Enade respecto a que «hemos podido seguir las reflexiones que ha hecho el mundo de los grandes empresarios, porque la prensa les da una envidiable cobertura».

«Yo sé si alguien puede cuestionar aquello», indicó a ARCHI. «No sé si habíamos conocido antes las cartas de los accionistas de la manera tan profusa (…) y me parece muy bien que así sea».

«Lo que yo creo y que es parte del debate y de la historia chilena, es que en particular, en los medios escritos, hay una línea editorial marcada, y que es legítima y que no cuestiono, pero donde falta diversidad respecto de la posición política que tienen estos medios. Pero eso está bien que así sea (…) si a mi incomoda, mala suerte que me incomode», comentó.

Pensiones

Por otro lado, el Mandatario se manifestó cauteloso sobre la idea de plebiscitar la reforma al sistema político. «Hay que ser bien cuidadoso con el tema de los plebiscitos. Yo espero que haya una disposición por parte de los actores a reformar el sistema político en pos de tener un mejor sistema político para Chile y que lo prioritario no sea cómo le va a ir a mi partido en la próxima elección».

«Si fuera por plebiscitar algo, yo plebiscitaría la reforma de pensiones», añadió, acotando que «no estoy diciendo que vamos a plebiscitar la reforma de pensiones».

Esto porque «uno no puede pretender someter a plebiscito cada una de las normas polémicas que haya en el Parlamento». Además, indicó que está demostrado que «son muy polarizantes, que finalmente no se termina votando respecto al contenido de lo que se pretende que se vote, sino, respecto a la coyuntura. Tienen que ser circunstancias muy especiales que además están previstas en la Constitución».

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