La situación en Rio Grande do Sul es dramática: más de 150 muertos, decenas de desaparecidos y destrucción de casas, comercios y campos. Ahora se suma un nuevo problema: la aparición de pirañas.
Estos animales, que por lo general están escondidos en los ríos dulces a la espera de arremeter contra su próxima presa, aparecieron en las calles de Porto Alegre y provocaron el pánico en los sufridos habitantes de la ciudad.
“Lamentablemente es una observación triste porque con toda esta corriente se estará yendo al estanque de los patos. Donde quiera que vaya, este pez termina con todo, se reproduce muy rápido. Seguramente tendremos consecuencias para otros peces y crustáceos”, manifestó un usuario en la red social X; mientras, el tema se va convirtiendo en lo más comentado en el gigante sudamericano. En un video que se viralizó en las últimas horas, se ve a un joven que manifiesta su confusión al encontrarse con una piraña en el suelo.
Los bomberos informaron que recibieron varias denuncias por la presencia de estos animales en las calles de Porto Alegre. Victor Warth, analista de tecnologías de la información, manifestó al diario Zero Hora que encontró uno de estos peces a cinco kilómetros del río Jacuí, cerca de la entrada de una alcantarilla.
Las lluvias torrenciales e inundaciones que afectan en sur de Brasil desde finales de abril han causado al menos 155 fallecidos, según el balance oficial divulgado este viernes por las autoridades.
Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y Argentina, es la región más afectada con 154 víctimas mortales y 98 personas desaparecidas, mientras que el otro fallecimiento se ha registrado en el vecino estado de Santa Catarina.
El balance de este viernes agrega dos víctimas mortales con respecto a la víspera y supone un descenso de seis personas en la lista de desaparecidos.
La zona más afectada es la región metropolitana de Porto Alegre, que se mantiene inundada desde hace dos semanas por la crecida sin precedentes del río Guaíba.
El agua ha invadido casas, edificios públicos, hospitales y comercios y ha inundado por completo el aeropuerto internacional de Porto Alegre, que está cerrado desde el 3 de mayo.
Las inundaciones, lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra han causado daños cuantiosos en el 90 % de los municipios de Rio Grande do Sul, una importante región agropecuaria e industrial en el sur de Brasil con una población de 11 millones de habitantes.
En total, 2,2 millones de personas se han visto afectadas directamente por la tragedia, incluidas 618.317 personas que han tenido que dejar sus casas, de las cuales 78.165 están en refugios temporales.
Las autoridades han desplegado 27.688 personas en las labores de rescate y ayuda a los damnificados y hasta ahora han conseguido recatar a 82.666 personas.
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