Quizá fuesen las resbaladizas placas de hielo en las aceras debido al frío intenso; o el humo espeso que expulsaban los coches, que inundaba de olor a queroseno barato el ambiente; e incluso la tozuda insistencia de que comprara un helicóptero militar para su uso personal; pero lo cierto es que Jorge Dezcallar (Palma de Mallorca, 1945) no guarda un buen recuerdo de su primera visita a Ucrania. “Aquello fue una locura”, recuerda, en diálogo con Infobae España, sobre el país que se encontró 31 años atrás, meses después del derrumbe de la Unión Soviética.
A principios de enero de 1993, Dezcallar era director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, bajo las órdenes del exministro Javier Solana, lo que lo llevó a protagonizar la primera visita oficial de un funcionario español a Kiev, con el fin de tomar contacto con el Gobierno de la recientemente independiente Ucrania. La propuesta del helicóptero la recibió de su homólogo ucraniano, quien aseguraba que su cuñado, comandante de una guarnición militar, recurría a vender armamento para alimentar a sus tropas. Es irónico que, tres décadas más tarde, el país precise todo el armamento que sus aliados puedan proporcionarle.
“Me costó convencerle de que la oferta no me iba, porque ni sabría pilotarlo ni en España, por fortuna, me permitirían tenerlo”, detalla. Finalmente, el funcionario local desistió y dio por concluidas las negociaciones a cambio de dos botellas de whisky, las cuales Dezcallar aún se pregunta si se las bebería o las revendería en el mercado negro. El diplomático español, exembajador en Estados Unidos y Marruecos, incluye esta y otras anécdotas en su último libro, El fin de una era (La esfera de los libros, 2024), en el que analiza las causas y posibles consecuencias de la Guerra de Ucrania.
Pregunta: En su obra explica que Rusia propuso un acuerdo a Occidente semanas antes de la invasión a Ucrania. ¿Esta guerra es un fracaso de la diplomacia?
Respuesta: Putin decía que lo intentaba, pero mintió como un bellaco hasta el último momento, engañando a unos y otros. Creo que, efectivamente, hay un fracaso de la diplomacia, pero sobre todo de la política. Es toda la política que se pone en marcha en el año 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, la que está en tela de juicio, y muy en concreto la estructura de seguridad que se diseñó para Europa entonces, que tiene su punto culminante en el Acta Final de Helsinki de 1975, que declara de forma tajante la inviolabilidad de las fronteras europeas. Esto es lo que se pone en juego con la invasión a Ucrania.
¿La OTAN ha resucitado a raíz de este conflicto?
Una de las razones que da Putin para invadir Ucrania es que la OTAN se está extendiendo de forma muy peligrosa en torno a sus fronteras. Rusia dice que había un compromiso de no extender la Alianza a los países que formaban parte de la URSS y eso no es cierto, sólo hubo medias palabras y nada por escrito. No obstante, si lo que Putin pretendía era evitar que Ucrania entrara en la OTAN, lo que ha conseguido es que esta se extienda y que, con la entrada de Finlandia y Suecia, Rusia tenga ahora otros 1.300 kilómetros de frontera directa con un país de la OTAN. La Alianza Atlántica ha salido reforzada, sin duda ninguna. Cuando los europeos hemos visto las orejas al lobo, hemos dejado de hablar de autonomía estratégica europea para buscar refugio donde realmente hay posibilidad de refugio, que es bajo la sombrilla nuclear americana.
¿Qué podría suceder con la OTAN si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca?
Trump ha dicho claramente que no cree en la OTAN e incluso habló de salir de ella, pero los adultos que había en la habitación cuando decía estas cosas se lo impidieron. Creo que su segundo mandato será más peligroso, si es que llega a la Casa Blanca, porque no habrá adultos en la habitación y, además, como ya no podrá volver a ser reelegido, actuará como buenamente le parezca. En el caso de que Trump sea elegido, los europeos tendremos que plantearnos muy seriamente qué va a pasar con nuestra seguridad, porque no podremos fiarnos ya del aliado americano.
Trump también es muy reacio a seguir apoyando a Ucrania…
Sí. Él ha dicho que, de volver a la presidencia, desde luego dejaría de ayudar a Ucrania, se sentaría con su amigo Putin y en 24 horas negociaría el fin de este conflicto. Naturalmente, si negocia en 24 horas será a costa de Ucrania.
¿Puede Europa seguir apoyando a Ucrania en solitario, sin la colaboración de EEUU?
Europa continuará apoyando a Ucrania, pero lo que haga no será suficiente porque no es capaz de cubrir el agujero que dejaría Estados Unidos. Washington no sólo da armas y dinero a Ucrania, sino también Inteligencia, que es muy importante, y eso los europeos no estamos en condiciones de ofrecerlo. Quizá únicamente los británicos, pero tampoco demasiado, y ellos no están en la Unión Europea en este momento.
Macron ha asegurado que Europa no está lejos de involucrarse directamente en la guerra. ¿Ve posible que esto suceda?
No, no lo creo. Me parece que sería una barbaridad porque acabaría con el estatus de no beligerancia que tenemos los europeos. Luego Macron matizó y dijo que no se refería a tropas de combate sino a asesores. Creo que poner botas sobre el terreno en Ucrania sería un salto cualitativo y podría suponer el estallido de la Tercera Guerra Mundial.
¿Qué consecuencias podría tener que Rusia gane esta guerra?
Una Rusia victoriosa sería muy peligrosa, igual que lo sería una derrotada. Aquí nos hemos metido en un problema muy serio. Sería muy malo que Rusia gane porque se sentiría animada y legitimada; pensaría que no le ha costado tan caro y que puede hacerlo en otros lugares y agredir a otros países. Pero una Rusia derrotada y frustrada también sería muy peligrosa porque, si las cosas le van mal, tendría tendencia a utilizar la bomba nuclear.
¿Y el otro escenario, que Ucrania gane?
Ese escenario lo desecho, sinceramente. A Ucrania le estamos dando material, armas, inteligencia y dinero para mantener el tipo, pero no le estamos dando lo suficiente porque también nos da miedo que gane la guerra. Estaríamos encantados de que lo hiciera, pero que Ucrania triunfe conlleva el peligro de que Rusia pierda. La doctrina militar rusa dice que se puede utilizar el arma nuclear en dos supuestos: cuando los propios arsenales son atacados o cuando la patria es atacada. Si a la patria le va mal… eso sería un riesgo muy grande.
¿Cuál sería la mejor solución?
Lo ideal sería que se pudiera llegar a una negociación, pero una negociación implica hacer concesiones y en este momento ninguno de los dos quiere hacerlas. Los ucranianos porque quieren recuperar todo el territorio perdido y piensan que todavía pueden hacerlo, si la ayuda occidental llega en cantidad suficiente. Y los rusos porque ahora están en una posición sobre el terreno que les favorece y, por el camino que van, piensan que pueden conseguir todavía más territorio del que ya tienen.
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