Han pasado tres días de los controvertidos dichos del Presidente argentino, Javier Milei, contra su par español, Pedro Sánchez, y la polémica no sólo ha seguido, sino que se ha profundizado. La potente reacción del Gobierno del país europeo ha golpeado también a la política interna, donde las críticas al líder socialista han sido duras.

Las declaraciones de Milei en un acto en Madrid organizado por el partido ultraderechista Vox, donde se refirió a Sánchez como «calaña de gente atornillada al poder» y llamó «corrupta» a su esposa, Begoña Gómez, desataron la furia en el Palacio de Moncloa, al punto de que, al no recibir disculpas por parte del líder trasandino, el Ejecutivo español decidió retirar «definitivamente» a su embajadora en Buenos Aires.

Esta reacción de Sánchez ha sido objeto de variadas críticas en España, y así quedó reflejado en la última sesión del Congreso celebrada este miércoles, donde el Mandatario socialista explicó los negocios de su mujer, así como diversos asuntos de política internacional. Ahí, el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, advirtió que la decisión de retirar a la embajadora española en Buenos Aires «perjudica a los españoles que viven allí, a las empresas y a la imagen del país».

«Exija responsabilidades y déjelo ya; de lo contrario, quedará claro que a usted le molestan los insultos», dijo el dirigente conservador, quien en esa línea exigió la renuncia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, «por haber puesto los intereses de España al servicio de los intereses del PSOE».

Feijóo, además, recordó al Mandatario español diversos ataques realizados tanto por él como por su gobierno a personeros de la oposición, como la vez que Sánchez trató de «nazi» al líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, o cuando la vicepresidenta María Jesús Montero «acusó de corrupción» a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

«¿Cuántas veces se ha disculpado usted o su vicepresidenta primera? Nunca, así que ahórrese los numeritos», dijo el dirigente, quien también pidió «lavarle la boca a alguno de sus ministros», en alusión al titular de Transportes español, Óscar Puente, que sugirió que Javier Milei consumía sustancias tóxicas.

«Usted solito provocó el conflicto con Argentina. ¿Qué tenía que ocurrir después de que su gobierno acusara a Milei de consumo de drogas?», agregó.

El líder del PP también recriminó a Sánchez por reaccionar de forma distinta a otros conflictos, como la vez que el Mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador atacó al rey Felipe VI, o cuando «en Marruecos se dice que Ceuta y Melilla no son españolas». «Para darnos lecciones de diplomacia, antes tiene que mirarse al espejo», aseguró.

Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, acusó a Pedro Sánchez de hacerse la víctima con su «relato falsario» y enmarcó la retirada de la embajadora española en Buenos Aires en una «operación de manual» diseñada por la «tiranía» de Iberoamérica integrada en el Grupo de Puebla, del que -dijo- Sánchez es un «títere», y subrayó que está alentando esta crisis ayudado por el kirchnerismo.

«¿Hasta dónde va a llevar su ataque diplomático para defender a su consorte si no le piden perdón? (…) ¿Va a expulsar usted al embajador de Argentina? ¿Va a romper relaciones diplomáticas con Argentina? ¿O va a declarar usted la guerra a Argentina? ¿Dónde se va a parar usted? ¿Nos lo puede decir? ¿Cuál es su límite?», le preguntó Abascal a Sánchez.

El líder de Vox, además, defendió a Javier Milei y justificó que éste no se haya disculpado con Sánchez «porque no es el rey ni su mujer una figura institucional».

Críticas de la izquierda

Pero los cuestionamientos a Sánchez no sólo vinieron desde la oposición de derecha. Agrupaciones de izquierda también criticaron al jefe de Gobierno español, al que le exigieron la misma vehemencia ocupada con Argentina para condenar la situación en la Franja de Gaza y romper relaciones con Israel.

«A mí me parece que es legítimo preguntarse cómo es posible que unos insultos, por muy repugnantes que sean y desde luego estos lo son, justifiquen una crisis diplomática de este calado con Argentina y sin embargo 35.000 muertos después seamos incapaces de romper relaciones diplomáticas con el Estado criminal y genocida de Israel», afirmó la líder de Podemos, Ione Belarra.

La congresista -que fuera ministra durante el primer periodo de Sánchez- consideró insuficiente el anuncio del Gobierno de proclamar a Palestina como un Estado libre y aseguró que Madrid no rompe relaciones con Israel porque es aliado de Estados Unidos.

Misma idea manifestó la ex ministra de Igualdad y candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero: «¿Cómo es posible que en 48 horas se rompan las relaciones diplomáticas con Argentina por unas declaraciones repugnantes del señor Milei, que es un ser siniestro, contrario a la democracia, pero en siete meses de genocidio, de exterminio de miles de palestinos y palestinas, este Gobierno no haya sido capaz de romper las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel?», se preguntó.

«Milei es un personaje siniestro, pero no más que Netanyahu. Nuestra firmeza diplomática se muestra contra Milei, pero se tiene que mostrar mucho antes con un Estado genocida», remarcó.

Por su parte, el líder del partido independentista catalán ERC, Gabriel Rufián, calificó de «tibia» la respuesta del Gobierno ante los ataques de Javier Milei y, al igual que Belarra, cuestionó la posición de Madrid ante la crisis en Gaza.

Qué dice el oficialismo El oficialismo, en tanto, se ha cuadrado con Sánchez y ha criticado duramente las palabras de Milei contra el Mandatario español y su esposa, aunque también ha habido autocrítica por las declaraciones previas de algunos ministros.

En esa línea, la vocera del Partido Socialista (PSOE) en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, aseguró que Milei, además de «insultar» a Sánchez y su pareja, «también nos llamó asesinos a los socialistas. Vino a insultar a los españoles y todos los españoles tenemos que estar concitados en la defensa de unos principios sobre la base de la democracia y la libertad», según consignó Europa Press.

Maroto acusó al Presidente argentino de «no entender de diplomacia» y defendió la determinación del Gobierno de retirar a su embajadora en Argentina, ya que el Ejecutivo está tomando decisiones «por el interés general, por el interés de España, de los españoles y de las españolas».

«Lo que está pasando es muy grave porque Milei ha insultado a España y España se tiene que defender, la diplomacia es esto», sostuvo.

No obstante, la concejala madrileña también lamentó las palabras del ministro de Transporte, Óscar Puente. «Hizo unas declaraciones que no fueron afortunadas. Esto lo hemos dicho muchos y, de hecho, él se dio cuenta de que efectivamente se había equivocado y lo dijo. Creo que la diferencia está en que Milei, lejos de rectificar o de pedir perdón, está echando más leña al fuego», indicó.

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