El presidente de Argentina, Javier Milei, hizo pública su molestia con el Fondo Monetaria Internacional (FMI) y apuntó directamente en contra del director para el Hemisferio Occidental del organismo, el economista chileno y ex ministro de Hacienda durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, Rodrigo Valdés.
Durante una caliente entrevista ayer, el presidente argentino responsabilizó al organismo por los pasivos acumulados en el Banco Central, abriendo -según analistas trasandinos- un conflicto institucional con el fondo, tocando un cable de alto voltaje al pelearse con el acreedor que debe supervisar la política económica argentina.
Es que Milei disparó fuerte, asegurando que la deuda equivalente a cuatro puntos del PIB que acumuló el Banco Central de ese país «no solo es responsabilidad del gobierno anterior, sino de un técnico del FMI que hizo la vista gorda con esto. Digamos, algún técnico que pueda tener vínculos con el foro de San Pablo», afirmó el libertario en referencia al chileno Valdés, quien tuvo a su cargo un informe de más de 100 páginas que dio a conocer el FMI hace una semana, donde le exige al ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, que devalúe y levante el cepo cambiario, lo que cayó muy mal en la Casa Rosada.
El titular de Economía intentó el viernes pasado, por medio de un largo y desordenado tuit, explicar que los reparos del FMI no eran tal. «No hay ninguna devaluación prevista. El 80/20 se mantiene. Y el fondo no tiene problema con esto (…). Mantenemos una muy buena relación», dijo.
Sin embargo, el FMI pidió explícitamente un sistema de flotación administrada del tipo de cambio, clásico de las economías liberales latinoamericanas, poniendo como ejemplo a Uruguay y Perú, en el que el Banco Central cumple un rol indispensable -recordar que en campaña Milei enfatizó en su intención de eliminarlo-. Además, en este esquema la política monetaria tiene como objetivo fortalecer la moneda local, en un sentido opuesto a la dolarización que persigue el presidente trasandino.
Así, el lunes en la mañana el tono subió. Eduardo Feinmann y Guillermo Laborda en Radio Mitre le realizaron una entrevista Javier Milei. Allí, el presidente, probablemente después de haber leído, releído y vuelto a leer ese informe del staff del fondo, les dice que hay un problema con el FMI. Allí, disparó contra Valdés, maniestando que es un izquierdista que pertenece al Foro de Sao Paulo, que es un club de partidos políticos de izquierda que existe desde comienzos de siglo.
Según escribió el columnista argentino Carlos Pagni en La Nación, para Milei el chileno es algo así como un «populista filo kirchnerista-chavista que está generando problemas», identificándolo como un «populista del Foro de Sao Paulo».
«Lo cual es bastante difícil de creer porque Valdés, que es cierto que fue ministro de la socialista Bachelet, y el socialismo chileno ha pertenecido históricamente al Foro de Sao Paulo, cumplió en ese gobierno de Bachelet, el rol de un ministro de derecha en un gobierno de izquierda. Valdés es un ortodoxo. Lo más alejado que uno podría pensar de un populista. Es un ortodoxo clásico, que está en contra de algunas ideas de Milei, como la dolarización», añadió Pagni.
Con todo, según el columnista, con esta declaración «Milei le declaró la guerra a Valdés», el responsable directo de la negociación entre Argentina y ese organismo. Incluso, deslizó que personas del gobierno aseguran que Milei, en una reciente reunión que sostuvo con Kristalina Georgieva, directora del FMI, el mandatario trasandino le habría pedido la cabeza del chileno.
«¿Dónde para él está el pecado de Rodrigo Valdés? En que admitió, toleró o avaló una ‘perversidad’ del gobierno de Massa, que fue aumentar la deuda del Banco Central de manera delirante», agregó Pagni interpretando las palabras de Milei. «La primera curiosidad es que quien empezó con esas garantías ideadas por el gobierno argentino para que el Tesoro tuviera financiamiento no fue Rodrigo Valdés, sino su antecesor, un brasileño, Ilan Goldfajn, que hoy es presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Habrá que ver cómo se pone Goldfajn cuando le vaya a pedir plata el gobierno, que está esperando un crédito del BID para armar un paquete de financiamiento que incluye al Fondo, a la CAF y al Banco Mundial», agregó.
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