Aunque Chile tuvo algunas ocasiones de gol, especialmente dos malogrados por Rodrigo Echeverría, quien con el arco de frente remató directo a las manos del arquero Emiliano Martínez, el trámite del partido lo llevó Argentina, que convirtió al capitán Claudio Bravo en figura.
Pese al dominio trasandino, el partido estuvo marcado por los errores del árbitro uruguayo, Andrés Matonte, que beneficiaron a Argentina, algo que molestó a la barra pop, que hizo su descargo en redes sociales.
El reclamo se centró en dos jugadas particulares, la primera a los 5 minutos, en un penal clarísimo de Cristian Romero a Víctor Dávila, pero que ni el árbitro ni el VAR quisieron cobrar. La segunda, algo más discutible, un pisotón de Rodrigo De Paul sobre Gabriel Suazo, tras un remate del primero, que al menos debió ser amarilla, pero que el juez tampoco sancionó.