El mercado laboral continúa mostrando cifras mixtas en lo que va del año. De acuerdo a las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre febrero-abril se crearon 332.570 más en comparación al mismo período del año pasado. En el desglose de los nuevos empleos, se generaron 241.790 puestos laborales asalariados privados y 25.230 asalariados públicos, además de 49.800 empleos por cuenta propia. Sin embargo, de todos ellos 170.968 fueron informales, es decir, más de la mitad.
Así, todavía no hay una tendencia clara sobre cuán sostenible es la recuperación del mercado del trabajo mientras la economía no retome ritmos de crecimiento más elevados.
Y un nuevo dato se sumó ahora a este contexto, ya que la Dirección del Trabajo (DT) publicó su informe mensual de despidos por necesidad de la empresa correspondiente a abril, el que no trajo buenas noticias.
Si en marzo los despidos por esta causal incluida en el Código del Trabajo habían anotado una disminución interanual de 2,9%, su primer retroceso medido de esta forma en dos años, el dato de abril volvió a mostrar un alza de dos dígitos, situación que también pasó en enero y febrero.
Así, en el cuarto mes del año hubo 43.419 desvinculaciones por esta causal, lo que se traduce en un alza de 18,4% en relación a abril de 2023.
Con esto, tales cartas de despidos en los primeros cuatro meses de 2024 aumentaron en 13,4%, sumando 172.200. Esta cifra es la mayor para este período desde 2020, momento en que la economía y el empleo se empezaron a ver afectados por la pandemia del Covid-19. En ese año se registraron 349.409 despidos por necesidad de la empresa para el mismo lapso.
Para los economistas, esta causal es la que más se relaciona con el ciclo económico, puesto que las firmas tienen que acreditar que no pueden mantener a ese trabajador o trabajadores por motivos económicos y, por lo mismo, no pueden ser reemplazados.
A juicio del economista del OCEC-UDP, Juan Bravo, “los términos de contrato por la causal del artículo 161 Nº1, esto es, por necesidades de la empresa, se asocian a procesos de racionalización o modernización, bajas en la productividad o cambios en las condiciones del mercado o de la economía, que hagan necesaria la separación de uno o más trabajadores. Así, la evolución de los despidos por necesidades de la empresa está relacionada con la situación económica y, por ende, es un antecedente relevante de monitorear al analizar la situación del mercado laboral, en conjunto con otros indicadores”.
Al respecto, el experto indica que “el cambio de tendencia en este indicador hacia una reducción ha tardado en consolidarse, lo que refuerza la idea de que el mercado laboral se está recuperando muy paulatinamente, pero sigue debilitado. Esto también se refleja en otras fuentes de información del mercado laboral”.
Soledad Monge, economista de LyD, argumenta que “luego de una leve baja en marzo, los despidos por necesidad de la empresa volvieron a subir en abril. Esto se relaciona con la persistente debilidad del mercado laboral. En esta línea, si bien la tasa de desempleo ha ido bajando gradualmente, casi la mitad de los empleos que se han creado en los últimos meses han sido informales. La contratación de las empresas todavía se encuentra débil, lo que se puede ver reflejado en el índice de avisos laborales en internet del Banco Central. En este contexto, es fundamental que el gobierno implemente medidas para fomentar la contratación en empresas”.
Sobre lo que viene para adelante, Bravo agrega que, “con todo, más allá de los vaivenes mensuales, en los próximos trimestres debiera consolidarse una tendencia hacia una disminución interanual de los despidos por necesidades de la empresa, de la mano de la recuperación gradual del mercado laboral”.
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