La usual comunicación radial en el sistema interno de Carabineros se vio interrumpida, de imprevisto, a eso del mediodía de este martes 15, día feriado religioso por la celebración a la Virgen del Carmen en Chile.
Policía 1: “Todos los cuatro siete (muertos en código policial) son extranjeros, por vestimentas, color de piel u otros. (…). Necesito instrucciones para hacer la búsqueda por el sector. El tres siete (detenido) lesionado manifestó que había corrido gran cantidad de gente por acá. Estoy haciendo un chequeo por el lugar”.
Policía 2: “Que se queden los GOPE ayudando al sierra sierra, nadie entra al sierra sierra” (sitio del suceso).
Policía 1: “Positivo, mi capitán, estamos en el lugar del portón”.
Policía 2: “En los dos portones, dos beta (personal policial), uno en cada lado, no entra nadie”.
Policía 1: “Comprendido, mi capitán”.
Lo anterior es la primera información que llegó a la policía uniformada luego de un llamado en la central 133 que daba cuenta de una balacera al interior de una parcela en la comuna de Lampa, en la Región Metropolitana. Carabineros desplegaba así un megaoperativo, que incluyó a todas las patrullas que se encontraban en las cercanías, personal del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope), funcionarios de Control de Orden Público y dos helicópteros de la institución.
En ese primer parte policial, de las 12:15 p.m., ya se sabía que cinco personas, cuatro hombres y una mujer, habían sido acribilladas. Cuatro de las víctimas son de nacionalidad venezolana, mientras que la otra es dominicana. En la información policial preliminar, que luego sería ratificada, se hablaba de 20 heridos.
Cuando Carabineros hizo ingreso al inmueble, se encontró con que los cuerpos yacían en el piso, entre muebles destruidos y botellas. El sitio del suceso daba cuenta de que había ocurrido una masacre en medio de lo que parecía un “after party”.
Eran las 6:00 a.m. del martes cuando un grupo indeterminado de personas llegó hasta una casa particular ubicada en los pasajes Chorrillos Dos y Camino El Noviciado. Habían arrendado el recinto para continuar una celebración iniciada horas antes. Quienes perpetraron el ataque no se habrían encontrado en la fiesta, sino que habrían entrado a la casona en medio de la mañana, antes de que el reloj marcara las 12.00. Luego del tiroteo, un grupo de sujetos se dio a la fuga. Entre las personas que emprendieron la huida estarían los atacantes.
“Creo que era un cumpleaños. Yo estaba trabajando, escuché los disparos y corrí. Al comienzo eran como veinte personas y después todos corrían. Eran como diez corriendo”, dijo ayer el cuidador de la parcela Chorrillos. El lugar se encuentra ubicado en un sector de difícil acceso a pie y cada una de estas casonas está emplazada en amplios terrenos de pastizales.
Es por esto que se presume que los atacantes y el resto de los participantes de la fallida fiesta escaparon en vehículos. En ese sentido, una de las dificultades que tiene la Brigada de Homicidios de Policía de Investigaciones, que quedó a cargo del caso, será dar con cámaras de seguridad en los amplios terrenos de la zona.
La policía detuvo a tres sujetos, todos extranjeros, identificados como Evinson Donnys Camacho, Pedro Jesús Cedeño Peña y Greimer Alexander Delgado Meza: uno por porte de armas, por receptación y otro por obstrucción a la investigación. Hasta el cierre de esta edición se investigaba qué grado de participación tuvieron estos imputados en el crimen en sí.
Este miércoles se realizó una audiencia de control de detención de estos tres sujetos en el Juzgado de Garantía de Colina. Uno de ellos compareció desde el centro asistencial donde está internado por estar herido a bala. La fiscalía pidió ampliar el plazo de detención, lo que fue concedido por el tribunal por tres días. Además, se declaró la reserva de la investigación por 40 días.
El gobierno presentó una querella contra estos sujetos por su presunta responsabilidad como autores, cómplices o encubridores de cinco delitos de homicidio simple y por el porte ilegal de arma de fuego. Asimismo, otras siete personas terminaron heridas, según la acción judicial del Ejecutivo. Algunos fueron llevados hasta la ex-Posta Central y otro hasta el Hospital Félix Bulnes.
El crimen ocurrido el martes en Lampa hizo recordar un hecho similar ocurrido en la misma comuna, el 9 de abril del 2023, en otra parcela ubicada en Batuco. Esa vez, cuatro hombres y una mujer, todos venezolanos, fueron asesinados a tiros tras un supuesto baby shower. Se trató de una vendetta contra Leonardo Guilarte, un ciudadano venezolano expulsado de Chile en 2021 por robar relojes de lujo y que ya estaba de vuelta en el país en forma ilegal.
Este miércoles, antes de subir al avión para su viaje a Paraguay, el Presidente Gabriel Boric reconoció un “recrudecimiento” en las acciones del crimen organizado. “Este hecho es gravísimo y de la mayor consternación. Quiero ser muy claro en que acá desde el Estado de Chile no vamos a permitir que el crimen organizado nos gane la batalla”, dijo en relación al caso de Lampa.
En ese contexto, a primera hora de este miércoles, la vicepresidenta Carolina Tohá encabezó una reunión en La Moneda para abordar los últimos homicidios en el país, que hasta ayer se contabilizaban en 15 a lo largo del país. En la cita abordaron también el crimen ocurrido durante la madrugada del domingo en Quilicura, donde cuatro menores de edad fueron asesinados a tiros en un posible ajuste de cuentas errado. En la reunión participaron también el ministro del Interior (s), Manuel Monsalve; el fiscal nacional, Ángel Valencia, el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez; el director general de Policía de Investigaciones, Eduardo Cerna, y el delegado presidencial metropolitano, Gonzalo Durán.
El alcalde de Lampa, Jonathan Opazo, señaló a La Tercera que su comuna necesita apoyo en materia de seguridad: “Salta a la vista la falta de preparación de Chile para enfrentar el aumento de la criminalidad, sobre todo ante organizaciones extranjeras que lograron asentarse y que están cometiendo atrocidades en nuestras comunas, homicidios con características diferentes. Estamos ante otro nivel de asesinatos, y vemos con mucha preocupación cómo se están perpetrando en una comuna rural como Lampa, donde también se esconden y aterrorizan la vida de nuestros vecinos”.
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