WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería instantánea más populares del mundo y actualmente se estima que se envían diariamente unos 100.000 millones de mensajes diarios por medio de esta plataforma. Pero su uso masivo, ya sea en entronos personales o laborales, no implica que no existan comportamientos cotidianos que puedan inclumplir leyes como la de protección de datos o la de propiedad intelectual.

De hecho, acciones tan frecuentes como enviar capturas de pantalla de otra persona sin consentimiento o incluir a alguien a un grupo sin autorización, son prácticas que pueden ser ilegales en países como España.

Es muy importante tener claro que pese a que pueda tratarse de pequeños actos de costumbre, estos pueden acabar en serias consecuencias. Es por ello que, aunque nadie lo haga, hay que leer bien condiciones de la plataforma y seguir las prácticas que recomiendan para evitar caer en acciones que puedan ser motivo de delito.

Además resulta de mucha utilidad tener muy claras estas cuatro cosas que no debemos hacer para evitar problemas en la plataforma.

Enviar capturas de pantalla de otra persona sin su consentimiento

Uno de los ámbitos en los que la normativa de protección de datos española se aplica es cuando se difunden por Internet, ya sea abiertamente o a un elevado número de destinatarios. Es por ello que hay que tener en cuenta que en las capturas de pantalla se muestran conversaciones que pueden identificar a una persona de forma directa o indirecta, lo que podría representar una infracción en materia de protección de datos.

En la mayoría de casos, la difusión de capturas de conversaciones de WhatsApp, ya sea mediante grupos u otras redes sociales, hace que sea relativamente fácil identificar a sus participantes gracias a la información del contexto, a los nombres del chat o, incluso, a los datos expuestos en la misma conversación.

Además de la infracción por protección de datos, las personas afectadas podrían reclamar una indemnización por daños y perjuicios, por una posible lesión del derecho al honor o a la intimidad

Difundir imágenes, audios o vídeos de una tercera persona sin su consentimiento

Aunque la facilidad de compartir rápidamente información es una de las características más valiosas de WhatsApp, esto puede tener implicaciones si difundimos imágenes, audios o vídeos de una tercera persona sin su consentimiento.

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), por ejemplo, ha impuesto sanciones económicas a particulares en diversas circunstancias por haber difundido contenido audiovisual de terceras personas sin permiso. Uno de estos casos fue por haber grabado una actuación policial y haberla difundido sin ocultar ningún dato.

Añadir sin autorización a una persona en un grupo

Aunque sea difícil de creer es delito incluir a una persona en un grupo de WhatsApp sin autorización . Y es que al hacerlo se podría incurrir en una revelación de datos personales debido a que los miembros pueden ver los datos y el número del móvil de nuevo integrante.

De hecho, para añadir una persona en un grupo de WhatsApp profesional es necesario pedirle previamente el consentimiento según la normativa de protección de datos, que puede castigar esta conducta con sanción económica. Aunque en este caso, es el administrador el que puede verse metido en un problema si esa persona decide denunciarlo ante la AEPD.

Espiar las conversaciones de WhatsApp de otras personas

Espiar las conversaciones de WhatsApp de otras personas cuando a veces se tiene acceso a un móvil ajeno por cualquier motivo, es una práctica bastante habitual, especialmente entre parejas. Sin embargo al hacerlo, se estaría incurriendo en un atentado contra la privacidad de otras personas y puede derivar en denuncia de acoso y con consecuencias a nivel legal.

Y en los casos más graves cuando se difunde una conversación privada de terceras personas, podría incurrirse en un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

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