«En aras de mi compromiso político, he tomado la decisión de renunciar a la presidencia de la UDI». Con esas palabras, a través de un comunicado, el senador Javier Macaya concretó ayer la salida de cargo que mantenía desde diciembre de 2020 en el gremialismo.

Habían pasado pocas horas desde su participación en la Comisión de Salud del Senado -instancia que él preside-, donde afirmó que no dejaría la presidencia de la UDI.

No obstante, la polémica que no paraba de escalar desde el domingo, luego de la defensa que hizo -en el programa Mesa Central de Canal 13- a su padre, Eduardo Macaya, condenado por abuso sexual a menores, y que alcanzó a estar tres días en la cárcel de Rancagua, aunque aislado en el sector del hospital.

Y es que más allá de la propia defensa, el malestar -tanto en el oficialismo como en la oposición- se abrió por el contenido de la misma: cuestionó uno de los elementos de prueba, en concreto, un video que se presentó en el juicio y que formó parte de la imputación de la fiscalía. Dijo que «es una persona grabada en un entorno familiar», que fue grabado «sin su consentimiento» y «con un video que es bastante editado».

Pero las frenéticas e intrincadas 24 horas del senador ya tenían elementos de las defensas previas a su padre, desde que se conoció el caso, en 2023. De hecho, al ser consultado por sus dichos de hace un año, el parlamentario los sostuvo.

Explicó que esta declaración se basaba en su conocimiento personal del caso y en conversaciones con otros familiares, quienes compartían la visión de la inocencia de su padre: «Esa declaración inicial tenía mucho que ver con el conocimiento que yo tengo de esta causa, con un conocimiento que es familiar, con un conocimiento de conversar con padres de estos niños que compartían una visión respecto a esta causa, una visión respecto de la inocencia de mi padre».

Junio de 2023: «Una acusación falsa»

Fue el 7 de junio de 2023 cuando se conoció que Eduardo Macaya Zentilli, padre del senador, sería formalizado en el Juzgado de Garantía de San Fernando, por el delito de abuso sexual reiterado de menores de edad.

La semana anterior, la familia de una niña de 12 años había denunciado al imputado por actos de connotación sexual contra la menor. En tanto, la Fiscalía de San Fernando, determinó imputarle la comisión del delito en carácter reiterado, puesto que eran entonces al menos tres víctimas.

A través de una declaración pública, el senador Macaya hizo una férrea defensa a su padre: «como hijo y a nombre de toda nuestra familia, mi madre, sus cinco hijos y 15 nietos, queremos expresar que lo apoyamos y confiamos plenamente en él. Tenemos la convicción de que se trata de una acusación falsa. Sin embargo, como cualquier chileno deberá acreditar su inocencia en las instancias correspondientes», afirmó.

En la misma línea, dijo confiar en que «el rol público de uno de sus hijos no sea una excusa para agregar una carga adicional a nuestro padre, que traspase las barreras de la dignidad y el derecho a la privacidad de todos los involucrados, incluidas las personas denunciantes».

Abril de 2024: «Si no fuera por el cargo de mi hijo, esta causa no existiría»

Luego de la audiencia de preparación de juicio oral, fue el propio Eduardo Macaya quien utilizó el argumento del «rol público» de su hijo para acusar que, de no ser por aquello, la causa no existiría.

A través de una declaración, Macaya Zentilli partió señalando que «hoy debo romper este silencio porque confío en que el juicio oral que se inicia demostrará mi completa inocencia», junto con señalar que esa fue la razón por la que no había aceptado un juicio abreviado o un acuerdo con el Ministerio Público.

Asimismo, acusó al ente persecutor de «sesgo», el que «se ha prolongado por toda la investigación. No solo por parte del Ministerio Público sino también por parte de personas que se escudan en el anonimato de las redes sociales y dicen proteger a los niños, pero que día a día los exponen al escrutinio público y proveen y favorecen la victimización».

«Si no fuese por el cargo de mi hijo, esta causa no existiría y por eso que me alegre que se inicie el juicio oral para poder demostrar mi completa inocencia», afirmó.

15 de Julio de 2024: «Es una situación familiar dolorosa»

El 10 de julio, el Tribunal Oral en Lo Penal (TOP) de San Fernando declaró culpable de dos casos de abuso sexual contra menores de edad a Eduardo Macaya, mientras que fue absuelto de otras dos imputaciones en el mismo tenor. En tanto, la lectura de la sentencia se fijó para el 19 de julio.

Aunque el senador había optado por mantenerse hermético tras la primera declaración de junio de 2023, la condena dio pie para que fuera consultado sobre cómo estaba viviendo la situación y cómo podría afectar en el ámbito electoral.

El parlamentario reconoció que es era un momento «doloroso» familiarmente y señaló aún quedaban algunas instancias judiciales pendientes, por lo que no podía ahondar al respecto.

No obstante, pese a la condena de su padre, Macaya sostuvo que no se podía ver empañado el trabajo que se estaba haciendo por sacar adelante a la oposición, «estamos trabajando con mucha fuerza y enfocados en eso».

«Las personas son individuos separados, es una situación familiar dolorosa, pero eso no implica que dejemos de hacer nuestro trabajo y dejemos de articular a la oposición de cara a las elecciones», agregó.

21 de julio: «Estoy del lado de mi padre»

El domingo, además de cuestionar la prueba del video que presentó la fiscalía en contra de Macaya Zentilli, el senador mantuvo la defensa hacia su padre, insistiendo en que conocía detalles de la causa. «Evidentemente, como hijo de, estoy del lado de mi padre», afirmó.

También descartó tajantemente que su padre tuviera algún beneficio durante el proceso judicial, incluso en la cárcel. No obstante, esas versiones quedaron en duda ayer, luego que Gendarmería abriera un sumario interno por presuntos privilegios al condenado. Eduardo Macaya habría dormido en la enfermería durante las tres noches que estuvo en la cárcel de Rancagua.

El senador también dijo en la entrevista que en esa oportunidad en que su padre apuntó a que la causa no existiría si es que su hijo no tuviera un rol público, se estaba refiriendo a la publicidad del caso. «En términos mediáticos, por cierto que no existiría», dijo el senador.

Martes 23 de julio: la renuncia

La polémica que se levantó entre el domingo y el lunes no hizo más que escalar, aún más cuando se conoció que Eduardo Macaya saldría de la prisión preventiva y volvería a su casa con arresto domiciliario, luego del fallo de la Corte de Rancagua.

El lunes en la mañana, el senador Macaya intentó calmar las presiones que ya se replicaban en su sector, y salió a reconocer que había cometido un «error» al cuestionar un elemento probatorio en la causa contra su padre. «Cometí un error respecto a mencionar un detalle procesal, quizás de formación de abogado, pero también en la calidad de familiar», comentó.

Pero eso no bastó para aquilatar los daños colaterales a su imagen, a la propia UDI, y de paso, a la aventura municipal y, sobre todo, presidencial, de su compañera de tienda, Evelyn Matthei. Ya a eso de las 13.30 horas, era oficial su renuncia.

«Frente a la sentencia que afecta a un integrante de mi familia, reitero mi profundo respeto al Estado de Derecho, a las decisiones de la Justicia y manifiesto mi férreo compromiso con los derechos de las menores involucradas en dicha situación», partió señalando el senador a través de un comunicado.

Añadió que «en aras de mi compromiso político, he tomado la decisión de renunciar a la presidencia de la UDI. Jamás permitiría que una situación familiar, por dolorosa que sea, afectara aún más a las menores de edad involucradas y, asimismo, al desempeño de mi partido y la trascendencia de su responsabilidad frente a Chile».

«El país enfrenta desafíos enormes; problemas muy severos están afectando a millones de chilenos, en un camino que urge rectificar. La UDI cumple un rol importante en la conducción de esos desafíos, a lo que debe abocarse plenamente», zanjó.

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