Sentidas recriminaciones a través de Whatsapp intercambiaron los hermanos Sauer y Rodrigo Topelberg, cuando detonaba el Caso Factop, justo cuando ya comenzaba a circular el famoso audio que, de paso, encarceló a Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos.
Daniel Sauer, Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg recibieron ayer a Luis Hermosilla en el Anexo Capitán Yáber, donde todos cumplen prisión preventiva por dos casos diferentes, pero que tienen estrechas vinculaciones.
Los primeros son socios del factoring Factop y se les imputaron delitos tributarios, estafa, lavado de activos y giro doloso de cheques. Se les acusa de movimientos truchos para enriquecerse, como la emisión de facturas ideológicamente falsas. El mismo Topelberg lo definió como “una maquinita de facturas”.
Fue precisamente en la defensa de ese caso, cuando Leonarda Villalobos grabó la reunión, con Daniel Sauer presente, donde Luis Hermosilla emitió las palabras que lo hundieron: reconocía que estaban incurriendo en delitos y hablaban de pagos a funcionarios del SII y de la CMF.
Ese famoso audio fue grabado en junio de 2023 y Villalobos se lo mostró a Topelberg. Según declaró este último, no podía creer lo que oía de Daniel Sauer: decía explícitamente que le ocultaba información. Topel sinceró que se le cayó alguien a quien consideraba su hermano, incluso era padrino de su hija.
Por ese entonces, Topelberg, socio minoritario de Factop, ya percibía una crisis financiera en la compañía y pese a haber oído el audio, siguió en conversaciones con los Sauer -según su declaración- para saber qué estaba pasando. Eso sí, ya pensaba en tomar acciones.
Los chats entre hermanos Sauer y Rodrigo Topelberg
Esas últimas conversaciones quedaron de manifiesto en los chats de un grupo de Whatsapp que tenían los tres, que ya están en manos de Fiscalía y a los que accedió La Tercera. Allí, “Ari”, “Dany” y “Topi” hablaban sobre sus maniobras, sus lujos y también de algunas “movidas” de Leonarda Villalobos.
Sin embargo, desde mediados de 2023, el tono del chat cambió.
Por ejemplo, a inicios de junio de ese año, Ariel Sauer le pidió a Topelberg si podía depositar $300 millones. “Y lo sacas apenas entre, de verdad que no tengo cara con lo que pasó”. Topelberg le respondió un frío » No tengo”.
“Topi, porfa, te lo suplico, esto me tiene muy mal, estoy quedando como ladrón”, agregó Ariel. Topel respondió: “El único chance que veo Dani, es que vayamos hablar con Alvaro”. Se presume que hacía alusión al ex CEO de Patio, Álvaro Jalaff.
El diálogo terminó con Topelberg dejando ver algo de mala onda: “Esto no está siendo un día bueno, están apareciendo cosas, malas energías, quizás debieran posponer su carrete o atrasarlo a la noche, quizás deben atender llamadas importantes en la tarde y estar en todo su cabales… Consejo”.
Llegó agosto y la cosa comenzó a explotar. Topelberg escribió preguntando por el pago pendiente a una empresa y advirtiendo con un embargo. “Estoi en eso hoy me confirman las Lucas no están fácil!!!”, contestó Dany.
Días después, Topelberg escribió lo último: “quedo atento”.
Pasaron dos días y el quiebre llegó al grupo de Whatsapp. Daniel Sauer envió una noticia donde se entera de la querella de Rodrigo Topelberg en contra de Factop, acusándolos de armar un esquema defraudatorio.
“¡Qué locura, Topel! ¿Cómo tiraste la cadena así? ¡Sin hablarlo! De verdad que esto no lo entiendo. Topel, retira esas querellas, ¡conversemos! Es una locura”, descargó Dany a Topi.
Las querellas no fueron la única acción que tomó Topelberg, aseguró que fue él quien, anónimamente, envió el audio a Ciper Chile, posibilitando que estallara públicamente uno de los mayores escándalos “de cuello y corbata” de los últimos años.
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