El Gobierno estadounidense consideró que la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a defender los estándares internacionales y venezolanos de transparencia o a respetar la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas es una “violación inaceptable” de las leyes del país.
“Los venezolanos votaron, los resultados están claros y su voluntad debe respetarse”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Su declaración, difundida tras haberse cumplido un mes de los comicios del 28 de julio en Venezuela, criticó igualmente el intento del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), “controlado por (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro, de silenciar las voces de los votantes ratificando el anuncio infundado del CNE de una victoria de Maduro”.
Miller subrayó que Estados Unidos reitera su llamamiento al respeto de los derechos humanos y las normas democráticas en Venezuela, “la liberación de todos los presos políticos y el fin de los arrestos arbitrarios y otros actos de represión contra miembros de la oposición democrática, los medios de comunicación y la sociedad civil”.
En este mes desde que Maduro se enfrentó a Edmundo González Urrutia, según su nota, el mandatario venezolano y sus representantes han reivindicado “falsamente” su propia victoria y han emprendido una represión a gran escala para mantener el poder.
Estados Unidos, añadió Miller, “aplaude el coraje y la resiliencia de los millones de venezolanos que votaron y que continúan pidiendo pacíficamente a Maduro que reconozca que González Urrutia recibió la mayor cantidad de votos”.
La Administración de Joe Biden recalcó que a pesar de los repetidos llamamientos de los venezolanos y la comunidad internacional, el CNE, “controlado por Maduro, no ha logrado justificar los resultados anunciados mediante la presentación de las actas de escrutinio originales, como lo hizo después de las elecciones de 2013 y 2018″.
Para Estados Unidos, las acciones de Maduro han “exacerbado” la crisis en ese país y le han dejado “cada vez más aislado de la comunidad internacional”, que desde la celebración de las elecciones ha incidido en la necesidad de transparencia electoral.
Por otra parte, el miércoles la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, enfatizó las preocupaciones sobre la estabilidad democrática en Venezuela, con un fuerte señalamiento hacia el régimen chavista de Nicolás Maduro tras las elecciones.
“La democracia y sus valores fundamentales permanecen bajo ataque globalmente, y no tenemos que mirar más allá de Venezuela, donde Nicolás Maduro sigue socavando la voluntad democrática del pueblo venezolano”, declaró Richardson este miércoles durante la Conferencia Sudamericana de Defensa en Chile. “Las democracias trabajan con el tiempo para ofrecerse a sus pueblos”, añadió.
Y lamentó cómo la crisis venezolana ha generado una migración masiva de millones de personas, que ha afectado a múltiples países de Centroamérica y Sudamérica.
Richardson sostiene que el conflicto en Venezuela debe encontrar una solución democrática y no militar tras las recientes elecciones. En una entrevista con EFE el pasado 6 de agosto, expuso la importancia de la transparencia en la publicación de los resultados electorales para reflejar la voluntad popular.
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