La reciente transacción que involucra la venta del 10% -no diluible- de la mina de cobre Quebrada Blanca por parte de la Empresa Nacional de Minería (Enami) a Codelco, valorada en US$520 millones, generó duras críticas por parte de los parlamentarios.

Los congresistas manifestaron su preocupación por lo que implicaría para Enami esta operación, dado que con esto se desprende de su activo más valioso en momentos en que cursa por complejo panorama financiero. Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván MIynarz, aseguró que se trata de un negocio «justo» que permitirá reducir en un 66% las deudas de US$750 millones que la empresa arrastra hace años.

Desde el sector privado, en tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, manifestó su preocupación por la falta de transparencia en la venta.

«Acusamos falta de transparencia en la venta del 10% que Enami tiene en la mina Quebrada Blanca a Codelco», afirmó Riesco. Además, anunció que solicitarán una «profunda» revisión del proceso para garantizar que Enami no sea perjudicada.

Los parlamentarios utilizaron diferentes calificativos sobre esta situación revelando inquietudes por elfuturo de la Enami, además de la en que se realizó la transacción.

El diputado Marco Antonio Sulantay (UDI) y presidente de la Comisión de Minería y Energía dijo Emol que «entiendo que Codelco y Enami sustenten la justificación de este acuerdo en el objetivo que tiene la compañía pública de consolidarse como el principal holding minero del mundo». Sin embargo, subrayó la importancia de realizar este tipo de operaciones a través de una licitación pública para asegurar la transparencia y la mejor oferta posible.

«Como en todas las operaciones financieras de esta magnitud e independientemente de que se cumplan todos los requerimientos legales, siempre será mucho más recomendable que este tipo de negocios se hagan a través de una licitación pública, no solo para resguardar los estándares de transparencia necesarios, sino que para garantizar la libre competencia y el derecho a participar que tiene el sector privado, además de asegurar que la adjudicación se concrete a la mejor oferta y, por ende, a la opción que asegure el mayor ingreso de recursos al Estado», manifestó.

Por su parte, el senador Juan Luis Castro (PS) y presidente de la Comisión de Minería y Energía, fue más cauto señalando que «la venta de Quebrada Blanca desde la Enami a Codelco era una situación no deseada pero inevitable a la vez, producto de los pasivos y deudas multimillonarias que tiene la Enami con la banca», señaló Castro.

«Entonces, cuidado, no hay que llamarse a la alarma con esto, ni hay que dar por perdido o tirada a la toalla de que la Enami está cayendo, porque la Enami, como está hoy, sí está cayendo. Si resuelve sus pasivos y sus deudas y el Estado la apoya, claro, va a cambiar la cosa», añadió.

Mientras que la senadora Yasna Provoste (DC) criticó duramente la operación, comparándola con la venta de la Fundición Ventanas por parte de Enami. «Esta película ya la vimos, es una mala película y ya sabemos cómo termina», afirmó Provoste. Y agregó que la venta del 10% de Quebrada Blanca parece ser un nuevo intento de estabilizar a Enami sin resolver de fondo los problemas estructurales de la empresa.

Más duro fue el senador Rafael Prohens (RN), quien acusó que «hoy Codelco de nuevo abusa de la Enami, hoy Codelco de nuevo aprovechándose de que las autoridades han presentado a la Enami como una cosa nefasta, por su endeudamiento, en vez de salir a rescatarla. Le entregan a Codelco en US$500 millones el 10% de Quebrada Blanca».

La diputada Yovana Ahumada (IND) sostuvo a Emol que «la verdad es que esta noticia para mí es fatal».

En ese sentido, criticó el trato directo sin ofertas de otros interesados y cuestionó el valor de la transacción. Además, describió a Codelco como un «buitre» que se beneficia de la debilidad de Enami, sugiriendo que la venta se realizó en condiciones desfavorables para la estatal.

«Y por otro lado, y lo más importante, es que acá los primeros son los pequeños y medianos mineros, y yo creo que aquí en la historia, lamentablemente si uno se pone a ver, Codelco siempre ha estado como literalmente un buitre, mirando cada vez que Enami tiene alguna situación que pone en riesgo su vida, ataca», acusó Ahumada.

Finalmente, la diputada Sofía Cid (IND-Republicana) apuntó a la vulnerabilidad que esta venta representa para la minería. «Nos enteramos por la prensa que está todo listo para la compra de Codelco del 10% de Quebrada Blanca, que es un activo muy importante de Enami, dejando a la minería de Atacama más vulnerable aún», dijo Cid.

En ese sentido, remarcó que «esto es pan para hoy y hambre para mañana».

«El Gobierno prometió fortalecer la pequeña minería y construir la Fundición en Paipote, pero la cerró y no cumplió. Nuestra región, que aporta tanto al país, sigue siendo olvidada y postergada por este Gobierno», finalizó.

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