Diputados de oficialismo y oposición han anunciado acusaciones constitucionales para destituir a jueces de la Corte Suprema vinculados al caso Audios o a otros hechos indagados por la comisión de ética del máximo tribunal.

Chile Vamos apunta contra Ángela Vivanco, suspendida de su cargo tras conocerse sus chats con el abogado Luis Hermosilla. También contra Sergio Muñoz, quien habría entregado información privilegiada a su hija, la jueza Gabriela Muñoz, sobre la resolución de una causa. Asimismo, la diputada Camila Flores (RN) busca la remoción de Mario Carroza, por supuesta influencia en el nombramiento de notarios.

Por otro lado, el oficialismo y la Democracia Cristiana, después de una serie de discrepancias, lograron ponerse de acuerdo en una acusación contra Vivanco y Jean Pierre Matus, este último también estaría involucrado en el caso Audios por supuestas gestiones que realizó Hermosilla a favor de su nominación.

Considerando los tiempos de tramitación, las acusaciones se deberían votar en la sala de la Cámara de Diputados en pleno periodo electoral.

En conversación con Radio Infinita, el ministro de Justicia, Luis Cordero, cuestionó esta situación y dijo que «me preocupa que estemos ocupando las acusaciones constitucionales en un contexto de contingencia electoral». Agregó que «hay que dejar que las investigaciones avancen, pero también hay que administrar adecuadamente la racionalidad del debate».

Respuestas a Cordero

Los dichos de Cordero no fueron bien recibidos en la Cámara, sobre todo por aquellos parlamentarios que han impulsado los libelos. El vicepresidente de la Corporación, Eric Aedo (DC) – que redactará la acusación contra Matus – emplazó al secretario de Estado a «aclarar sus dichos».

«No me gustan estas cuñas en genérico, yo avanzo en las acusaciones constitucionales contra un ministro de la Suprema y voy a apoyar otras como contra la ministra Vivanco porque estoy preocupado del avance de la corrupción en el Poder Judicial, y ese avance de la corrupción solo abre el camino al crimen organizado en nuestro país. Esa es mi preocupación, mi preocupación no es electoral y no es de pequeñez política, yo no llegué al parlamento para repartir tortas, medallitas, ni para hacerme el ciego frente al avance de la corrupción», agregó.

El jefe de bancada de diputados PPD e Independientes, Jaime Araya dijo que «es desconcertante la preocupación del ministro Cordero. Dónde está la persona prudente, enfocada y criteriosa que nos daba certeza y tranquilidad, qué da lugar a este señor que se junta a cenar con Vivanco, que retrocede frente a las insinuaciones de Juan Pablo Hermosilla, y que quiere nombrar ministros de la Suprema con el método Hermosilla, en medio de una crisis brutal».

«Es tan fuera de lugar su preocupación, que se podría entender que quiere impedir que se entablen las acusaciones constitucionales. Ojalá nos devuelvan al ministro juicioso que teníamos, para que se dedique a lo importante, que es garantizar una reforma al sistema de nombramiento de jueces y fiscales. El ministro debe moderarse», agregó.

La jefa de la bancada de diputados de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, dijo que «nosotros compartimos que acá hay un problema de Estado y que demanda más que declaraciones pirotécnicas limitadas a acusaciones constitucionales. Sin embargo, el pasado martes, cuando discutimos las iniciativas legislativas que buscaban modificar el sistema de designaciones judiciales, el ministro de Justicia no asistió a la comisión, estando invitando para opinar de una cuestión esencial».

Añadió que «es curioso que el propio ministro que utilizaba el caso políticamente el día de ayer, hoy de pronto decida retomar su rol institucional».

La diputada Camila Musante (IND-PPD) también respondió a los dichos de Cordero: «A mí me preocupa que no estemos impulsando las reformas al Poder Judicial siendo que estamos en plena época de nombramiento de ministros de la Corte así que creo que más que preocuparnos por perseguir o no las responsabilidades individuales como el caso de las acusaciones constitucionales lo que nos debería preocupar es no estar resolviendo el fondo del problema porque éste sí es un problema estructural y hay varias propuestas de varias bancadas en la comisión de Constitución y resulta que no tenemos ni una opinión de Ejecutivo en pleno nombramiento de ministros de la Corte Suprema, eso sí debería ser preocuparle al ministro».

Los diputados de la Unión Demócrata Independiente, Gustavo Benavente y Henry Leal no sólo acusaron al secretario de Estado de «entrometerse» en las facultades de otro poder del Estado, sino que incluso aseguraron que «no sabemos si está hablando como ministro de Justicia, que es su actual cargo, o más bien como abogado de los integrantes de la Corte Suprema».

«El ministro de Justicia no sólo debería entender que, desde que se reveló su participación en una cena privada en la casa de una de las ministras involucradas, se encuentra moralmente invalidado para seguir ejerciendo la vocería de este caso, sino que además, él mejor que nadie debería saber que no puede entrometerse en las facultades privativas de otro poder del Estado, sobre todo cuando existen antecedentes más que suficientes como para acusar constitucionalmente a algunos de los miembros de la Corte Suprema. Por eso es que nos cuesta diferenciar estas críticas, porque no sabemos si está hablando como titular de Justicia o como abogado de estos ministros», cuestionaron.

Advirtieron que las declaraciones del secretario de Estado «pueden ser leídas como una amenaza o un mensaje indirecto para los sectores del oficialismo que también han anunciado acusaciones en esta materia», por lo que insistieron en que Cordero debería «mantenerse al margen» y «dejar al Congreso que utilice libremente sus facultades y herramientas».

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