La mansión del legendario jugador de baloncesto, Michael Jordan, sigue sin encontrar comprador 12 años después de ser puesta a la venta. La exclusiva residencia, ubicada al norte de Chicago, se ha convertido en una verdadera curiosidad en el mundo de los bienes raíces debido a su marcado estilo personal e icónicos elementos que reflejan la vida y carrera del exjugador de los Chicago Bulls.
Desde que la propiedad en Highland Park se listó por primera vez en 2012 por USD 29 millones, su precio ha sido constantemente reducido, situándose actualmente en alrededor de USD 15 millones. Sin embargo, el carácter distintivo de la mansión podría ser un factor que juegue en su contra.
La agente inmobiliaria Katherine Malkin comentó a The Wall Street Journal que “no hemos hablado realmente de despersonalizar la propiedad porque es parte del atractivo. No vemos esto como un obstáculo”.
La residencia de 5.200 metros cuadrados presenta un portal de hierro personalizado con el emblemático número 23 de Jordan. Detalles como el logotipo de Nike con la silueta del ex jugador están presentes en múltiples zonas de la casa, desde la sala de cine hasta el jardín exterior. A pesar de su extravagancia y singularidad, la leyenda se niega a rebajar más el precio de venta, como informó al The Wall Street Journal en 2015 cuando lo bajó a USD 14,8 millones.
El desafío de vender propiedades tan personalizadas no es nuevo. La casa en el lago del famoso beisbolista retirado Derek Jeter en Nueva York, equipada con torretas y una réplica de la Estatua de la Libertad, tomó seis años en venderse, con un descuento de casi USD 10 millones. De manera similar, la residencia del músico Slash en Los Ángeles, que incluía un poste de stripper y candelabros en forma de calavera, permaneció en el mercado por dos años.
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