EEUU va lanzado a plantar su bandera en un cuerpo celeste que contiene metales preciosos con un valor estimado en 10.000 billones, noventa veces el valor de toda la economía mundial. Es el primer paso hacia su futura explotación y el arranque de la minería espacial, una industria que promete recursos casi ilimitados y evitar que la humanidad siga destrozando la Tierra.

En el futuro cercano, la exploración del cosmos puede pasar de ser una aventura exclusivamente científica a convertirse en una de las industrias más importantes de la historia de la humanidad. Además de EEUU, países como China y Japón ya están trabajando en misiones para explotar asteroides ricos en minerales que son escasos aquí en la Tierra. Uno de ellos es el Psyche, una roca espacial de 222 kilómetros de diámetro que se encuentra en el cinturón de asteroides a unos 450 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.

A 45,3 kilómetros por segundo

Ahora mismo, la nave espacial Psyche de la NASA se encuentra en camino hacia el asteroide metálico 16 Psyche, que orbita entre Marte y Júpiter. Actualmente, la nave está a unos 3,43 UA (unidades astronómicas) de la Tierra y viaja a una velocidad de 45,3 km/s en relación a nuestro planeta. También está a aproximadamente 2,45 UA del Sol, utilizando propulsores de efecto Hall para su desplazamiento.

Se espera que la misión llegue al asteroide en agosto de 2029, y una vez allí, Psyche orbitará el asteroide durante 26 meses para investigar su composición. Los científicos creen que este asteroide podría ser el núcleo de hierro y níquel de un protoplaneta, lo que proporcionaría información clave sobre la formación de planetas como la Tierra. La misión busca explorar este tipo de mundo metálico y arrojar luz sobre la estructura interna de cuerpos planetarios​.

La composición del asteroide es similar a lo que se puede encontrar en el núcleo de un planeta. Según Lindy Elkins-Tanton, investigadora de la NASA y jefa de la misión Psyche, el asteroide puede contener muchos metales preciosos —como el oro, el platino o el iridio, además de hierro y níquel— que podrían sumar un valor de 10.000 billones de dólares.

La pandemia causada por el Covid-19 provocó la suspensión de los planes de lanzamiento debido a problemas de personal, de gestión y de comunicación. Este parón sirvió a los investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y del California Institute of Technology (Caltech) para reorganizar las funciones de los participantes, asegurándose de que se asignaban correctamente las tareas a las personas con las aptitudes adecuadas, además de mejorar la supervisión general del proyecto. Después de una revisión independiente la misión despegó en octubre.

Según la NASA, tardará unos cinco años y diez meses en alcanzar el asteroide gracias al sistema de propulsión Hall solar-eléctrico que lleva la nave. Una vez allí, el plan es que orbite alrededor del asteroide durante al menos 26 meses para estudiar su composición, gravedad, densidad y estructura interior.

La misión revelará si Psyche es un resto del núcleo metálico de un planeta, como se piensa por ahora, y dará nuevos datos sobre los mecanismos que ocurren en la formación de los planetas. Pero también es un primer paso hacia la explotación minera de los asteroides que nos rodean.

La Luna será otro escenario vital de la minería espacial. Tanto chinos como norteamericanos esperan aterrizar y establecer bases permanentes antes de que acabe la década.

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