Desde muy pequeña, Angelina Jolie mostró una conducta bastante particular, en el jardín pertenecía a un grupo llamado “Kissy Girl”, básicamente eran niñas que besaban a otros niños.
“Había creado un juego en el que me gustaba besar a los niños para darles mis piojos. También nos quitábamos la ropa. Me metí en un montón de problemas por eso mismo”, reconoció la estrella en una antigua entrevista.
A los 14 años mantenía relaciones sexuales con su pololo en su casa y con el permiso de su madre, Marcheline Bertrand. Incluso su progenitora le prestaba su cama, aunque vivía en California, donde la edad legal para consentir relaciones sexuales eran los 18.
Duró dos años con ese novio, y -según una biografía no oficial- una vez que terminaron, la estrella encontró consuelo en los brazos -y en la cama- de quien era la pareja actual de su mamá, básicamente su padrastro. Después de eso, no volvió a tener una buena relación con su madre, así que decidió irse a vivir con su papá, el actor John Voight.
Sexo con cuchillos y una amante con la que estuvo dos años
En Hollywood conoció al actor Jonny Lee Miller, en set de la película Hackers (1995), e iniciaron una violenta y sádica relación que incluía automutilación con su propia colección de cuchillos en los preliminares sexuales. “Eres joven, estás borracha, en la cama, tienes cuchillos… y estas cosas pasan”, señaló a la prensa.
Al mismo tiempo, lo engañaba con la modelo y actriz Jenny Shimizu, con quien tuvo encuentros sexuales durante más de dos años, sin embargo, prefirió casarse con Lee Miller.
Su traje de boda eran unos pantalones de cuero y una camiseta en la que escribió el nombre del novio con su propia sangre.
A los 24 se divorció y en 1999 conoció al actor Billy Bob Thornton, pero los inicios del romance no fueron honestos: ella ya estaba con Timothy Hutton y él con Laura Dern.
Sangre y tatuajes
La pareja se casó en Las Vegas, y en vez de intercambiar anillos, intercambiaron collares con colgantes que contenían la sangre del otro. Jolie se tatuó el nombre de su esposo en la ingle: “Me hacía feliz saber que existía alguien como él, que representaba todas las cosas en las que creo”, explicó.
En su primer aniversario de bodas, la intérprete le regaló una cláusula en su propio testamento donde indicaba la compra de dos nichos, uno al lado del otro.
Por su parte, él le obsequió varios cuadros pintados con sangre. Cuando estaban separados, el actor metía en su maleta varios frascos con la sangre de su esposa y cada mañana dibujaba con ella una cruz sobre su pecho.
De hecho, Thornton firmó con su propia sangre un certificado ante notario en el que se comprometía a no abandonar a Jolie en toda la eternidad. También se tatuó el nombre de su esposa en el antebrazo y en la pantorrilla.
En su casa tenían una silla eléctrica y una mesa de billar que usaban solo para el sexo (ella presumía de las quemaduras que el fieltro dejaba en su piel). “¿Has visto cómo Angie agarra su copa de vino?” dijo él a US Weekly, “para mí es casi sexo. No, es sexo”. Mientras ella agregó: “A veces le escucho hablar y quiero llevármelo a la habitación inmediatamente”. “Hace unas cosas con los pies que no te puedes imaginar”, prometió él.
En abril de 2000, semanas después de ganar el Oscar, la actriz apareció en un evento con un nuevo tatuaje en el brazo: “Billy Bob”. En 2003 se separaron, nunca explicaron los motivos, solo dijeron que de la noche a la mañana ya no tenían nada en común.
Los rumores de incesto
En la entrega de los premios Oscar del 2000, la estrella protagonizó uno de sus mayores escándalos cuando se besó de forma muy sensual con su hermano James Haven, y además declaró que “estaba enamorada de él”.
Tiempo después, confesó a la prensa entre lágrimas que su hermano había dejado de hablarle para protegerla de los rumores de incesto. Aunque con los años recuperaron su relación, e incluso la actriz lo contrató como niñero de sus hijos con Brad Pitt, con quien se caso en 2014.
Pero Angelina tuvo que despedirlo porque el actor no habría soportado la cercanía excesiva entre ambos, muchos medios indicaron que él fue la tercera persona en la ruptura del matrimonio, que recordemos, estuvo marcado por la consolidación familiar, pero también por la infidelidad y la violencia. Y el resto es historia.
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