La disfunción eréctil, incapacidad para mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales, podría ser causada, entre otras razones, por algunos medicamentos, incluidos fármacos relativamente comunes. Si bien son efectivos en el tratamiento de enfermedades, los medicamentos en cuestión pueden influir en las hormonas masculinas, así como afectar a los nervios o la circulación sanguínea, provocando impotencia o, al menos, incrementando posibles riesgos de su desarrollo.

La incidencia de casos de disfunción eréctil aumenta con la edad. Así, entre los hombres de más de 70 años, la prevalencia se estima entre el 50 y el 100 %, mientras que para el año 2025, se prevé que alrededor de 322 millones de hombres sufran esta condición.

Betabloqueantes

Estos medicamentos suelen utilizarse para tratar la presión arterial alta cuando otros fármacos no han surtido el efecto deseado. Los betabloqueantes hacen que el corazón lata más lento y con menos intensidad, lo que conduce a la reducción de la presión arterial. Al mismo tiempo, al igual que el resto de medicamentos utilizados para la hipertensión, los betabloqueantes pueden causar la disfunción eréctil.

No obstante, comentan los expertos, la vinculación entre el tratamiento con betabloqueantes y el desarrollo de la impotencia es menos común de lo que se puede pensar. Según los recientes estudios, este efecto secundario se registra solamente en menos del 1 % de los pacientes.

Antidepresivos

Los efectos secundarios de los antidepresivos también incluyen cambios en los deseos sexuales, problemas de erección y la disminución de la libido. Así, los antidepresivos serotonérgicos, que tratan la depresión aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, se asocian frecuentemente con la aparición de disfunción sexual en varones sexualmente activos, alcanzando el 80 % de los casos analizados. A su vez, la disfunción eréctil, igual que la lubricación vaginal, se encuentra entre los efectos de tratamiento con antidepresivos a medio plazo (de 2 a 8 semanas) en el 30 % de los datos clínicos evaluados.

Esto pasa porque la mayoría de los antidepresivos pueden influir en los niveles de testosterona y estrógeno.

Analgésicos opiáceos

Este tipo de medicamentos afectan los receptores dentro del cerebro. En este sentido, algunas investigaciones indican que la disfunción eréctil se encuentra entre los efectos negativos más comunes entre aquellos que recurren a su uso. Sin embargo, hay que precisar que solamente los analgésicos opiáceos están vinculados a tales riesgos, mientras que los estudios no lograron asociar el desarrollo de la disfunción eréctil con el tratamiento con analgésicos no opiáceos que son capaces de solamente aliviar el dolor leve y reducir la fiebre.

Medicamentos antihistamínicos

Ciertos antihistamínicos usados para tratar alergias y rinitis pueden mermar el deseo sexual y afectar a la función reproductiva masculina a través de su impacto en la histamina, que también desempeña un papel positivo en el proceso de mantener la erección.

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