Es común escuchar que las situaciones de estrés pueden desencadenar el encanecimiento del cabello, una creencia que ha perdurado a lo largo de los años y que, al parecer, tiene algo de verdad. Un ejemplo famoso es la historia de María Antonieta, cuyo cabello supuestamente se volvió blanco de la noche a la mañana antes de ser ejecutada. Aunque esta anécdota es un mito, la ciencia ha comenzado a arrojar luz sobre la relación entre el estrés y la aparición de canas.

Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, el estrés puede, en efecto, acelerar la pérdida de pigmentación en el cabello. En experimentos con ratones, se descubrió que la hormona del estrés, la norepinefrina, agotaba las células madre de los folículos pilosos responsables de la pigmentación, provocando que el cabello se volviera gris.

Además, estudios en humanos, como el liderado por el profesor Martin Picard, de la Universidad de Columbia, vincularon eventos estresantes con la aparición de canas en individuos que experimentaron situaciones de mucha tensión.

Cómo se determina el color del cabello

El color del cabello de cada persona es el resultado de una combinación entre dos tipos de pigmentos principales: la eumelanina, que varía entre marrón oscuro y negro, y la feomelanina, responsable de los tonos rojizos y amarillos. Estas sustancias son producidas por las células llamadas melanocitos, ubicadas en los folículos pilosos, donde también se encuentran los queratinocitos, que generan la proteína queratina, fundamental para la estructura del cabello.

El color del cabello depende de la proporción y el tipo de melanina presente. Por ejemplo, el cabello negro contiene una mayor cantidad de eumelanina, mientras que el rubio tiene cantidades muy pequeñas de ambas melaninas, y el cabello rojo presenta mayor proporción de feomelanina. Con el tiempo, la actividad de los melanocitos se reduce, lo que afecta la producción de pigmento y causa la aparición de canas.

La genética como factor determinante en la aparición de canas

Aunque el estrés puede acelerar la aparición de canas, la genética sigue siendo el factor principal que determina cuándo comenzarán a salir.

Al parecer, el encanecimiento comienza normalmente entre los 20 y los 50 años, y cada persona lo experimenta de manera distinta, dependiendo de su herencia genética. Si los padres de una persona comenzaron a encanecer temprano, es probable que ella también lo haga.

Este proceso varía entre hombres y mujeres, ya que los primeros suelen ver sus primeras canas en las sienes y las patillas, mientras que las mujeres las notan primero en la línea frontal del cabello.

El envejecimiento y su efecto en el cabello

A medida que envejecemos, es normal que las células pierdan su eficiencia, y esto incluye a los melanocitos y queratinocitos en los folículos pilosos.

Como resultado, el cabello se vuelve gris cuando se reduce la producción de melanina, y con el tiempo puede volverse completamente blanco cuando ya no se produce nada de pigmento. Además, la pérdida de queratina debilita la estructura del cabello, volviéndola más fina y frágil, lo que contribuye también a la caída del cabello.

Curiosamente, los estudios también muestran que el cabello gris tiende a crecer más rápido que el pigmentado, pero a costa de mayor energía, lo que puede causar que el proceso de envejecimiento del cabello se acelere aún más.

Mitos y realidades sobre las canas

Existen varias creencias populares sobre las canas, algunas de las cuales han sido desmentidas por la ciencia. Una de las más comunes es que arrancar un cabello gris hará que crezca más en su lugar. Esto no es cierto: de cada folículo piloso solo puede crecer un pelo, por lo que arrancar uno no aumenta su cantidad. Sin embargo, la depilación repetida puede dañar el folículo y provocar la aparición de canas si las células que producen melanina se ven afectadas .

Otro mito muy difundido es que el cabello puede volverse gris de la noche a la mañana, como se cuenta en la historia de María Antonieta. Esto es imposible debido a la estabilidad química de la melanina, que no se degrada de forma tan repentina .

El proceso de encanecimiento toma tiempo, ya que los cabellos deben crecer para que se note la pérdida de color.

¿Es posible retrasar la aparición de canas?

Aunque el envejecimiento y la genética no se pueden evitar, hay ciertos hábitos que pueden ayudar a retrasar la aparición de las canas. Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta rica en vitaminas y minerales como el cobre, hierro, calcio, zinc y vitamina B12 , es clave para mantener la producción de melanina.

Reducir los niveles de estrés también puede contribuir a retrasar el encanecimiento, ya que el estrés oxidativo causado por situaciones de tensión emocional o enfermedades autoinmunes acelera este proceso .

Evitar el tabaco, el alcohol y la exposición excesiva a los rayos UV también puede ayudar a mantener el cabello pigmentado por más tiempo. Estos factores ambientales dañan los folículos pilosos y pueden reducir la capacidad de las células madre para producir melanina.

En conclusión, aunque no podemos cambiar nuestra genética, adoptar una vida saludable puede ser un buen primer paso para mantener el color del cabello durante más tiempo, y quizás ayudar a mitigar los efectos del estrés en nuestra apariencia capilar.

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