La campaña del candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, ha acusado al Partido Laborista del primer ministro británico, Keir Starmer, de «flagrante injerencia extranjera» en las próximas elecciones de noviembre después de que sus voluntarios viajaran al país norteamericano para ayudar a su rival demócrata Kamala Harris.

La denuncia, enviada el lunes por el abogado de la campaña de Trump, Gary Lawkowski, a Lisa Stevenson, consejera general en funciones de la Comisión Federal Electoral, solicita una «investigación inmediata sobre la flagrante injerencia extranjera en las elecciones presidenciales de 2024 en forma de aparentes contribuciones ilegales de ciudadanos extranjeros realizadas por el Partido Laborista del Reino Unido y aceptadas por Harris for President, el principal comité de campaña de la vicepresidenta Kamala Harris».

«Cuando los representantes del Gobierno británico intentaron anteriormente ir puerta por puerta en Estados Unidos, no acabaron bien. La semana pasada se cumplieron 243 años de la rendición de las fuerzas británicas en la batalla de Yorktown, una victoria militar que garantizó la independencia política de Estados Unidos respecto del Reino Unido», recuerda el documento. En respuesta, Starmer afirmó que los funcionarios del partido que se presentan voluntarios para Harris «lo hacen en su tiempo libre» y no en calidad de trabajadores del laborismo, recoge The Guardian. Además, insistió en que tenía una «buena relación» con Trump que no se vería comprometida por la denuncia.

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