El riesgo país de Argentina descendía el martes bajo la zona de las 900 unidades como respuesta a señales alentadoras sobre la economía doméstica, con inversionistas que se mostraban más optimistas ante las medidas del presidente libertario Javier Milei.
Esta referencia, que hace un año rondaba los 2.500 puntos, actúa como medida de la prima que exigen los inversores para mantener bonos locales frente a la deuda estadounidense equivalente.
El índice que reporta el banco estadounidense JP.Morgan cedía 15 unidades, a 899 puntos básicos, luego de rebotar en 893 unidades, el nivel más bajo desde mitad del 2019, justo antes de que Argentina cayera en una gran crisis financiera que hundió a los mercados.
Los bonos locales, que desde entonces habían estado sumidos en una profunda crisis, han subido este año a paridades récord, al tiempo que la bolsa ha renovado repetidamente su máximo en pesos.
“Otro gran día para los mercados (…) Con el riesgo país abajo de 900 puntos, se debería reconocer que Argentina está de pie, pese a todo y todos”, comentó el analista Salvador Di Stefano.
Superávit fiscal, baja en la inflación, apoyo monetario de organismos internacionales, alta aceptación a un blanqueo de capitales y compras de dólares por parte del banco central (BCRA) han generado un clima propicio para los inversores pese a los problemas que aún sufre la economía real, estancada y con mayor cantidad de pobres.
El líder accionario S&P Merval porteño ganaba un 0,46% al mediodía local, un día después de renovar su récord máximo intradiario al ritmo de los papeles argentinos en Nueva York, con bonos extrabursátiles que ascendían un 0,2% promedio de la mano de los líquidos “Globales”, para subir el 4,1% en las últimas cuatro rondas financieras.
Milei, un economista que ganó la presidencia de manera sorpresiva a fines del año pasado, ha impulsado los mercados locales con políticas favorables a los inversores y una dura campaña de reducción de gastos que ha ayudado a revertir el déficit fiscal.
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