“La metodología que yo he pensado usar en eso es indicar que nosotros hemos revisado los chats, los correos electrónicos, las conversaciones telefónicas… y hemos llegado a la conclusión de que, por ejemplo, con tal número de fiscales regionales Luis tiene conversaciones durante ese periodo”.
Con estas palabras el penalista Juan Pablo Hermosilla, hace exactos 10 días, adelantó a CNN Chile cuáles serían los pasos a seguir en este proceso que ha levantado como defensor de su hermano Luis Hermosilla con el propósito de transparentar las conversaciones que tuvo con funcionarios públicos, del mundo judicial, para que -según él- no haya un “cherry picking” de los datos que van apareciendo en la prensa y que han terminado con la ministra Ángela Vivanco expulsada de la Corte Suprema y con el exfiscal Manuel Guerra indagado por revelación de secreto y cohecho.
Y si bien hoy era el plazo fatal que Hermosilla comprometió a CNN Chile, desde su entorno explican que la entrega de la información se daría a conocer el jueves. ¿De qué forma? Durante meses el equipo de abogados que trabaja en el caso ha estado revisando todas las veces que algún funcionario público, llámese juez, ministro de corte o fiscal, pidió al hoy imputado alguna intervención para un nombramiento. ¿Pero cómo se encauzarán dichos datos?
La performance
Quienes saben de cómo será esta entrega de antecedentes comentan que la idea de Juan Pablo Hermosilla es citar a un punto de prensa. Ahí con los hallazgos realizados se van a separar los nombre de quienes se contactaban con su hermano en jueces y funcionarios o fiscales del Ministerio Público. Todo lo que se entregue será aquello que tenga que ver con “el interés público”; es decir, la conducta que se le está reprochando al penalista que es intervenir en procesos de nombramientos judiciales y en fiscalías. No se revelarán en aquellos casos donde existen conversaciones privadas y que no tienen que ver con lo que se investiga.
Y es que en más de una oportunidad Hermosilla ha planteado que la fuente de filtraciones de los chats de su hermano es el Ministerio Público y que existiría un “titiritero” eligiendo qué conversaciones exponer y cuáles no.
Sin ir más lejos, en la misma entrevista con Mónica Rincón en CNN expresó que él creía que se debía investigar más exhaustivamente la reunión que sostuvo su hermano con el fiscal nacional, Ángel Valencia. El 9 de octubre fue la propia autoridad del Ministerio Público quien reconoció haber sostenido encuentros con Hermosilla y el exministro del Interior Andrés Chadwick a “pocas semanas” de haber asumido como fiscal nacional, para tratar “un tema personal”.
Fue así como Juan Pablo Hermosilla enfatizó que “el fiscal nacional ha dicho cosas que no son ciertas; cuando él declara que no tuvo más conversaciones con Luis desde que lo nombraron, eso no era efectivo. Él tiene que salir solo a enderezar eso y, además, hay un tema con la forma como se inicia esa reunión y con los contenidos de la conversación, porque yo creo que él no está contando todo lo que ocurrió en esa reunión. Esa es la impresión que tenemos nosotros, pero eso hay que investigarlo bien”.
Un listado que inquieta
Tanto en pasillos de tribunales como en la Fiscalía hay incertidumbre. Se sabe que cualquiera que salga vinculado a Hermosilla -de cierta forma- “cae en desgracia”.
Y aunque desde el entorno de la defensa de Hermosilla se asegura que solo se transparentará a quienes siendo funcionarios públicos pidieron favores a su hermano, gestiones que hoy son perseguidas en el ámbito penal, no pocos llaman a esa información una “lista negra”. Y es que son decenas de funcionarios que tienen conversaciones con el penalista, principalmente porque era defensor y querellante en un sinnúmero de casos de alta connotación pública.
La muestra que entregará Juan Pablo Hermosilla contendrá: el nombre del funcionario público (juez o fiscal), la fecha en que ocurrió el intercambio y luego el contexto. Esto último sería si, por ejemplo, esa persona pidió ayuda para un nombramiento o ascenso, para él o un tercero, o por un caso que haya estado llevando Luis Hermosilla y que tenga algún tipo de reproche ético o penal.
No se descartan políticos
Hermosilla, tal y como lo ha adelantado en una primera instancia, no entregará el contenido de esas conversaciones. Esto, ya que dará oportunidad a ese fiscal o juez para que explique su versión de los diálogos o de plano se querelle para que el hecho se investigue. La idea, dicen desde el entorno de los penalistas, es full transparencia.
Una vez se concrete esta primera entrega, dicen conocedores de la información que se está procesando, se evaluará si se sigue con personajes políticos o -incluso- ministros de Estado.
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