La Sala del Senado dio luz verde al nombre de Dorothy Pérez para el cargo de contralora general de la República, en el cual permaneció por casi un año como subrogante. Con 46 votos, Pérez se quedó con la titularidad.
El escenario para Pérez se auguraba positivo, luego que el pasado lunes la comisión de Constitución del Senado acordara, por unanimidad, que cumple con los requisitos para ser nombrada en el cargo.
De esta manera, Pérez incorpora otro de los varios hitos de su carrera de 20 años en la Contraloría: además de haber protagonizado una extensa subrogancia -luego que terminara el periodo de ocho años de su predecesor, Jorge Bermúdez- es la primera mujer contralora de la historia del país. Pero además, deja atrás varios hechos intricados de su carrera, como el intento de destitución que encabezó Bermúdez, en 2018, aludiendo falta de confianza.
Entre las principales valoraciones, tanto de sus pares como de quienes respaldaban su ascenso a la titularidad, está el alto perfil técnico de Pérez, su deferencia hacia el legislativo en materia de decisiones y control y la sobriedad con la que ha ejercido la subrogancia. De hecho, no pocas veces se le ha tildado como la «dama de hierro», por su estilo serio y la forma íntegra en que ha asumido algunas caídas.
Así las cosas, hoy se puso fin a un periodo de 10 meses en la subrogancia que tuvieron bastante de su «sello». Suprimió la figura de redes sociales llamada «Contralorito» -impulsado por Bermúdez-, al igual que algunas divisiones al interior del organismo, y se reorganizaron cargos. Fue una suerte de «retorno» a la institucionalidad tradicional en los pasillos de Teatinos 56.
Trayectoria de Pérez
Fue el pasado 10 de octubre cuando, a través de un comunicado, Presidencia hacía oficial que el Presidente Gabriel Boric proponía a Dorothy Pérez para contralora general de la República ante el Senado.
En la oportunidad, se destacó a grandes rasgos su extensa trayectoria: «abogada especializada en derecho administrativo, control público y fiscalización; diplomada en derecho administrativo económico, en derecho e inteligencia artificial y en prevención, detección e investigación de fraude».
Entre septiembre de 2016 y diciembre de 2023 Pérez ocupó el cargo de subcontralora general, para luego tomar la subrogancia una vez que Jorge Bermúdez terminó su periodo.
En el organismo, Pérez acumula otros cargos relevantes, como el haber sido contralora regional de Valparaíso; subjefa de la División de Auditoría Administrativa; jefa de Comité en la División Jurídica; y Jefa de Gabinete del Contralor General de la República, entre otros.
La pugna con Bermúdez
«También he sentido el profundo dolor de dejar de pertenecer a la Contraloría y luego la alegría enorme de volver a reintegrarme a su equipo», dijo Pérez el pasado lunes, ante los senadores de la Comisión de Constitución.
En su frase, Pérez apuntaba al proceso que enfrentó en agosto 2018, luego que el excontrarlor Jorge Bermúdez le solicitara su renuncia, aunque ella se negó. El argumento del extitular de Contraloría se basaba en una serie de desencuentros entre ambos, acrecentados por el rol de Pérez entre 2010 y 2014, cuando fue subjefa de la División de Auditoría Administrativa de la Contraloría, rama que realiza las auditorías e indagatorias especiales en ministerios y servicios públicos, entre ellos, Carabineros.
Según Bermúdez, perdió la confianza en Pérez luego que ella resultara mencionada en una indagatoria relacionada al megafraude en la policía uniformada, donde tuvo que declarar como testigo.
El caso escaló y Pérez presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, el que fue acogido -de manera unánime- en octubre de ese año, lo que implicó el regreso de la entonces subcontralora a la institución. El caso llegó a la Corte Suprema, que finalmente zanjó el regreso definitivo de la entonces subcontralora.
En repaso por este momento, Dorothy dejó ver un aspecto que pocas veces devela: habló con emotividad ante los senadores, y mismo tono que usó para detallar su trayectoria.
«En estos 20 años he tenido la fortuna de poder compartir con todos sus equipos regionales; adicionalmente, he tenido el honor de liderar a las 2.186 personas que la integran hoy. De manera que pienso genuinamente que la vida me ha preparado para enfrentar el enorme desafío de asumir la conducción de esta señera e importante institución en su camino al centenario», afirmó.
Y para rematar, sostuvo que «para desarrollar esta labor he contado con la enorme e imprescindible ayuda de un afiatado equipo directivo de gran nivel profesional y, sobre todo, se trata de un grupo de personas de larga y dilatada experiencia institucional. Ninguno de nosotros vino a aprender lo que era la Contraloría, todos la llevamos grabada a fuego en la mente y en el corazón».
Desafíos en tiempos complejos
Pérez es la primera mujer contralora en los casi 100 años de la institución, y además, toma un cargo en momentos complejos para el país. En palabras del senador Juan Luis Castro (PS), «cuando la probidad está en el centro de la polémica y la desconfianza arrecia».
Para Tomás Duval, académico y analista político de la U. Autónoma, hay dos desafíos inmediatos: «una preocupación y acción por los numerosos casos de corrupción que existen a nivel municipal y otro que se aproxima un intenso ciclo electoral en que el potencial abuso de poder y mal uso de recursos públicos son importantes de fiscalizar».
Por su parte, el coordinador académico del Núcleo Constitucional UAH, Sebastián Salazar, profundiza que «en vista del contexto actual, ella tendrá importantes desafíos. Primero, deberá liderar una autonomía constitucional cuyas principales funciones corresponde a la fiscalización de diversos organismos de la Administración del Estado y otras autonomías constitucionales bastante cuestionadas por casos de corrupción de público conocimiento, en el que existen investigaciones penales y administrativas de todo tipo».
«Ejemplo de lo anterior son las importantes investigaciones en municipalidades, gobiernos regionales y en el ejecutivo. Sin embargo, esta función debe cumplirse armónicamente con otros organismos públicos con competencias relacionadas sobre la materia, como en Consejo para la Transparencia, el CAIGG, etc.», precisa.
En segundo lugar, el experto plantea que Pérez deberá «impulsar diversas mejoras internas de gestión, a efectos de ir abordando el progresivo aumento de solicitudes que la CGR recibe, ya sean auditorías, investigaciones sumarios o sumarios, el trámite de toma de razones, las solicitudes de pronunciamiento, etc.», esto, con especial foco en realizar gestiones para el fortalecimiento de las contralorías regionales, «a efectos de no centralizar innecesariamente diversos ámbitos de control y fiscalización».
En tercer lugar, añade que en vista de la crisis institucional y polarización política existente, se torna crucial «evitar la weaponización o uso excesivamente politico electoral y cortoplacista de diversos resultados de las funciones de fiscalización propias de la CGR. Por tanto, se estima necesario el ejercicio prudente, transparente y respetuoso del orden constitucional vigente (bastante debilitado), pero firme de estas atribuciones, sin querer liderar materias cuya solución son eminentemente politicas».
Otro de los desafíos inmediatos que enfrenta la contralora, por la relevancia pública y contingencia del tema, es el sumario administrativo que le encargaron desde La Moneda por eventuales irregularidades en el proceso contra el ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, sobre quien pesa una denuncia por violación por parte de quien fuera su subalterna.
Los focos de Pérez
Otras áreas que son clave, y donde la propia Pérez puso el foco en su exposición del lunes, apunta a la gestión a nivel municipal, la que es fiscalizada por Contraloría. «Lamentablemente, siempre vamos a tener incendios, terremotos y emergencias y podemos impulsar a la administración a prepararse para esas tragedias y ayudar a la ciudadanía oportunamente», comentó.
Sobre aquello, la contralora subrogante afirmó que «tenemos la posibilidad real de comprometer en un plazo de seis meses capacitaciones para el mundo municipal y la creación de manuales de procedimiento para operaciones frecuentes», esto, en un plazo de un año.
Otro de los puntos que abordó fue la llamada «permisología», la que describió como «una denominación muy particular que se les ha dado a los trámites que deben obtener un permiso o una habilitación para ejercitar una acción empresarial, por ejemplo, o una acción económica (…); estamos empezando esta revisión enfocados especialmente en aquellas áreas que son intensivas en la generación de empleos porque la Contraloría no puede estar ajena a la situación del país».
Añadió que «si el país y todas sus autoridades están haciendo esfuerzos por reactivar la economía, la Contraloría tiene que contribuir, a través del control, sí; en aquellas áreas donde los permisos se estén entregando de manera tardía».
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