Cuando hablamos de una reforma previsional, que es el único tema que le queda al gobierno de extrema izquierda, y que quiere sea aprobado a como de lugar, es una imposición muy fiel a una dictadura que pretende que compartamos nuestro esfuerzo, nuestro bolsillo y nuestros ahorros, con personas que solo pretenden vivir del estado ósea de nuestros impuestos.
Dicho lo anterior, se les olvida, que la mejor y mayor recaudación para el estado, sigue siendo el crecimiento económico, la creación de nuevas pequeñas y medianas empresas, entidades privadas que inviertan en nuestro país, pero con reglas claras y se mantengan en el tiempo.
Es vergonzoso los sueldos millonarios que ostentan los ministros, los diputados y senadores, que son los representantes de los ciudadanos, y que simplemente viven de nuestros impuestos, por años y solo predican para el pueblo que lo utilizan en cada votación.
A los ahorrantes y a los pensionados, nos piden ser solidarios para las futuras generaciones de adultos mayores, pero nos cobran mayores impuestos, castigan al que quiere emprender un negocio porque es mal mirado, que una empresa sea exitosa la consideran ilegal, pero para contratar a los amigos, a los parientes de quienes gobiernan, a los más de 100.000 nuevos funcionarios públicos o mejor dicho operadores políticos, que todos financiamos, es lo correcto, estamos en el peor de los mundos.
Alguien dijo una frase muy cierta “estamos cansados de estar siendo gobernados por hijos tontos de padres ricos” hay que agregarles, que muchos de ellos aun no pagan el Cae, no terminaron sus estudios, negociaron con el lumpen, tienen valores morales distorsionados, un gobierno feminista de cartón, que protege a violadores y delincuentes, en el fondo han convertido la casa de todos en un grupo de decadentes muchos de ellos inmorales y sin respeto por el subordinado indigno de un país decente.
Los que somos mayores, tenemos claro que el poder y la ambición corrompe al ser humano, pero la enseñanza moral no se aprende en el colegio, sino en el hogar, en la familia, no basta con darles comodidades, ni dar a los hijos una mesada generosa, lo realmente importante es entregarles valores morales y éticos que al parecer muchos de estos jóvenes que llegaron a cambiarlo todo, carecen desde hace mucho rato.
Margot Guerrero Bruner
Asesora Previsional
Corredor de Seguros
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