«No hay cambio de gabinete», zanjó esta mañana el Presidente de la República, Gabriel Boric. Los parlamentarios de oposición reaccionaron negativamente ante la noticia y criticaron la decisión del Mandatario.

Desde que estalló el caso Monsalve, tanto miembros del oficialismo como de la oposición han sugerido un reajuste ministerial como salida a la crisis. Las críticas más severas han recaído sobre la ministra del Interior, Carolina Tohá, y la titular de la cartera de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana.

Incluso, diputados de oposición han sostenido reuniones de coordinación para evaluar si cuentan con los votos suficientes para avanzar en una acusación constitucional contra la ministra del Interior. Sin embargo, hasta ayer este tema no se estaba abordando con prisa, y se apelaba a que el Presidente la removiera de su cargo antes de recurrir a esa herramienta constitucional.

No obstante, la decisión del jefe de Estado podría alterar el escenario y obligar a la oposición a pasar a la ofensiva. El problema es que, hasta el momento, la oposición no cuenta con los votos necesarios para que el libelo prospere.

El diputado y secretario general de la UDI, Juan Antonio Coloma, acusó que el Presidente «ha tomado la peor de las decisiones, hundirse con su nicho electoral en vez de intentar hablarle al país y avanzar en los compromisos adquiridos».

«Esperamos que este cambio de gabinete se produzca de todas maneras, creemos que de aquí a dos semanas no pasa, pero que incluya a aquellos ministros cuestionados, a la ministra Tohá y su equipo de seguridad, a la ministra del Trabajo y la incapacidad para generar empleos de calidad, de parte del equipo de economía que tiene estancado el crecimiento del país en materia de salud, con el crecimiento de las listas de espera y la grave denuncia en materia de trasplantes. Aquí tiene que haber no solo un cambio de gabinete profundo, sino que un cambio de actitud del Presidente Boric, porque mientras no lo hace, todo Chile sigue viendo cómo este Gobierno lentamente se va hundiendo».

El jefe de la bancada del Partido Republicano, Luis Sánchez, dijo que «nos parece una muy mala noticia el anuncio del Presidente de que no hará un cambio de gabinete. Todos los chilenos, menos uno, saben que el gobierno está haciendo mal la pega. Lamentablemente el Presidente vive en un mundo paralelo, arriba de una bicicleta y haciendo asados. No es capaz de darse cuenta que tiene un equipo fracasado y que los cambios son urgentes y necesarios».

En relación a avanzar en una acusación constitucional, Sánchez señaló que «los Republicanos ya hicimos la pega y lamentamos que no tuvimos en su minuto el apoyo de algunos para acusar a Tohá cuando correspondía. Hoy no descartamos el uso de ninguna herramienta constitucional, pero esperamos que sean los que han tenido dudas en el pasado, que asuman su responsabilidad hoy. Los hechos son evidentes y la tozudez del Presidente Boric también».

Miguel Ángel Calisto, miembro de la bancada de parlamentarios de Demócratas, Amarillos e Independientes —un colectivo clave en votaciones reñidas— afirmó que «queda claro que el estándar ético de este Gobierno es la arrogancia. Ese es el eje conductor de la política pública, donde existe un Gobierno en el que cualquier autoridad puede cometer errores o incluso encubrir delitos sin consecuencias. Es decir, hay absoluta impunidad por parte de actores políticos que ejercen la función pública y que no asumen sus responsabilidades cuando deben hacerlo frente al país».

Añadió que «estamos ante un Gobierno que decía defender a las mujeres, pero la ministra de la Mujer guardó absoluto silencio y mostró complicidad respecto a estos hechos cuando se trataba de autoridades políticas de su propio sector. Por lo tanto, es lamentable escuchar al Presidente de la República en relación con estos hechos, cuando esperábamos de él una actitud ética, con un estándar más alto, en la que, más allá de mantener el cuoteo político, se hubiese garantizado la justicia y el honor de la institución de la Presidencia de la República».

El diputado y vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eric Aedo (DC), advirtió que «con un ministerio (del Interior) desgastado (…) se va a dificultar el diálogo con sectores de la oposición. Yo lo que veo acá al interior del Parlamento, es que la oposición va a comenzar a discutir con mucho mayor profundidad la idea de esta acusación constitucional, yo veo que esa fuerza aquí se puede acumular. No lo ha planteado solo la oposición, lo ha planteado incluso partidos como el Partido Demócrata. Entonces, yo creo que eso también es que tenerlo a la vista para lo que van a ser las relaciones de la oposición, la discusión de los proyectos de seguridad con el Gobierno y con la propia ministra del Interior en los próximos días».

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