En caso de que la humanidad llegue a desaparecer, los pulpos podrían tomar el control del mundo, sostiene el profesor Tim Coulson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Estos animales, uno de los más inteligentes y adaptables de la Tierra, tienen todo lo necesario para evolucionar y crear la primera civilización no humana, asevera.
Antes y después de nosotros
Los seres vivos de la Tierra están sujetos a la evolución: mutaciones genéticas que cambian las características de los individuos y se acumulan a lo largo de las generaciones. La mayoría son perjudiciales, pero algunas pueden garantizar la supervivencia de una especie ante entornos y oportunidades cambiantes, explicó Coulson.
También precisó que los humanos siguen evolucionando hoy en día, pero tarde o temprano podrían desaparecer porque «la extinción es el destino de todas las especies», mientras que «la vida persistirá en la Tierra probablemente durante otros 1.000 millones de años». Los primates similares a los humanos tampoco durarían mucho, ya que son igualmente susceptibles a las amenazas en nuestro hábitat común.
«Sin los humanos como especie dominante, otras especies podrían asumir gradualmente nuevas funciones ecológicas, aunque quizá no se parezcan en nada a la civilización humana», afirmó. También añadió que, de ser así, el planeta sería escenario de un reequilibrio de los ecosistemas y de la aparición de nuevas formas de inteligencia.
¿Quién nos sustituiría?
Algunas especies de aves e insectos son capaces de construir viviendas comunes con una estructura similar a la de las comunidades humanas, pero carecen de la motricidad fina necesaria para crear una civilización, según el experto. En cambio, los pulpos están bien adaptados a los cambios imprevisibles.
«Su cognición avanzada, el uso de herramientas y su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes son un modelo de lo que podría ser la siguiente especie inteligente del planeta después de los humanos», explicó. «En algunos centros de investigación, determinados individuos incluso se escapan de sus tanques por la noche, visitando los de sus vecinos, aunque parezca mentira», añadió.
Aunque es poco probable que se adapten a la vida en tierra debido a su falta de esqueleto, el científico no descartó que pudieran construir comunidades submarinas parecidas a ciudades e incluso aprender a respirar fuera del agua para cazar animales terrestres. Por supuesto, les llevaría cientos de miles o millones de años evolucionar y adquirir estas habilidades, incluso suponiendo que sobrevivan al acontecimiento que ‘provocó la extinción’ de la humanidad, señaló Coulston.
Asimismo, insistió en que se trata solo de una suposición, ya que la evolución es impredecible y depende de un sinfín de factores. «Dicho esto, dada la notable inteligencia, adaptabilidad y diversidad de estrategias de supervivencia de los pulpos, no sería descabellado imaginarlos prosperando en un mundo posthumano», concluyó.
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