El producto interno bruto (PIB) de Chile anotó un crecimiento anual de 2,3% en el tercer trimestre de 2024, según informó el Banco Central en su reporte de Cuentas Nacionales.
La cifra se ubica por encima del 2,2% que se esperaba por parte del mercado. Una expectativa que se basó en los resultados del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) del periodo.
“Lo anterior se explicó, principalmente, por la actualización de los indicadores de coyuntura”, explicó el ente emisor respecto al crecimiento levemente sobre lo esperado.
En más detalle, el Banco Central comentó que, “la variación anual del PIB se explicó por el crecimiento de las actividades de servicios personales, minería, transporte, industria manufacturera y comercio. En contraste, la principal incidencia a la baja se registró en la actividad agropecuario-silvícola”, dijo el ente emisor en su comunicado.
En tanto, descontada la estacionalidad, la actividad económica registró una aceleración de 0,7% respecto al trimestre anterior, “incidida, principalmente, por la industria manufacturera y los servicios”.
El ente emisor también destacó que el tercer trimestre de este año tuvo un día hábil menos que el mismo período de 2023, registrando un efecto calendario de -0,2 puntos porcentuales.
En el detalle del desempeño de la economía durante la tercera parte del año, el Banco Central explicó que la demanda interna presentó una variación de 0,5%, resultado que fue explicado por un mayor consumo.
Desde la perspectiva del gasto, el crecimiento del PIB se sustentó en las exportaciones y, en menor medida, en la demanda interna que reflejó un mayor consumo de gobierno y hogares.
“El consumo de los hogares aumentó 1,0%, liderado por el gasto en bienes no durables y servicios. En el primer caso, destacaron los productos farmacéuticos y vestuario, y en el segundo, los servicios de transporte y salud. Por su parte, el consumo de gobierno aumentó 5,3%, en línea con mayores servicios de educación”, comentó el ente emisor en su informe.
Por su lado, la formación bruta de capital fijo (FBCF) retrocedió, registrando una variación de -0,2%. En este resultado destacó la caída de la edificación, efecto parcialmente compensado por una mayor inversión en maquinaria y equipo.
Una caída en línea con la que registró la formación bruta de capital, que cayó 3,8%, reflejo de una menor variación de existencias, la que alcanzó un ratio acumulado en doce meses de -0,8% del PIB.
Respecto del comercio exterior, tanto las exportaciones como las importaciones aumentaron, con un efecto neto positivo en el crecimiento del PIB. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron 6,4%, destacando el envío de bienes, en particular los de cobre. También contribuyeron al resultado las mayores exportaciones de servicios.
Por su parte, las importaciones de bienes y servicios aumentaron 1,5%, reflejo de mayores internaciones de petróleo crudo, vestuario y alimentos. En contraste, las importaciones de maquinarias y equipos retrocedieron. Las importaciones de servicios, en tanto, disminuyeron, incididas principalmente por menores servicios empresariales.
En tanto, el ingreso nacional bruto disponible real presentó un crecimiento de 3,3%, mayor al exhibido por el PIB, resultado que se explicó por el efecto positivo de los términos de intercambio.
Mientras que, el ahorro bruto total ascendió a 23,4% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 19,5% del PIB y un ahorro externo de 3,9% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
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