El régimen de Nicolás Maduro, a través del presidente del Parlamento chavista, Jorge Rodríguez, solicitó procesar y condenar a los líderes opositores Edmundo González Urrutia, María Corina Machado, Leopoldo López, Juan Guaidó y Julio Borges por “traición a la patria”, un delito que en el país caribeño se castiga con hasta 30 años de cárcel.

Durante una sesión en la Asamblea Nacional, Rodríguez afirmó que estos dirigentes son responsables de actos que, según él, afectan la soberanía nacional, como pedir y celebrar sanciones internacionales contra el régimen.

El vocero de la dictadura propuso además una “ley especial” que será debatida en el hemiciclo a partir de este jueves. Esta normativa establecerá inhabilitaciones políticas de manera perpetua para quienes realicen acciones que, en sus palabras, sean “tan lascivas” como solicitar sanciones internacionales.

La propuesta se da en un contexto de creciente presión hacia la oposición, donde González Urrutia, señalado por la coalición opositora como el verdadero ganador de las elecciones presidenciales de julio, se encuentra en el exilio en España. Por su parte, María Corina Machado asegura estar en la clandestinidad dentro del país.

El opositor Juan Guaidó respondió a las palabras de Rodríguez a través de un mensaje en su cuenta de X, calificándolas como “la histeria de un psicópata”.

Guaidó consideró que estas declaraciones ocurren como reacción a la Ley Bolívar, aprobada recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que intensifica las sanciones contra el régimen de Maduro.

“¡La histeria de un psicópata! Jorge, el arquitecto de la derrota de Maduro & co, los convenció de que podrían normalizar una vez más la dictadura. La administración saliente reconoce a Edmundo y Waltz (asesor de seguridad de Trump) aprueba el Bolívar Act. Ni una pandemia les servirá”, expresó Guaidó en su publicación.

En la sesión parlamentaria, Rodríguez calificó la Ley Bolívar como un “nuevo acto de barbarie” y acusó a Estados Unidos de ejecutar “crímenes de lesa humanidad” mediante sanciones.

La Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, aprobó un acuerdo para repudiar esta legislación, que describió como una medida coercitiva unilateral e “ilegal”.

Esta denuncia por parte de la dictadura surge luego de que Estados Unidos reconociera a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

Dicha declaración fue realizada por el secretario de Estado, Antony Blinken, quien afirmó que “el pueblo venezolano se pronunció contundentemente el 28 de julio y nombró a Edmundo González Urrutia como presidente electo”.

En un mensaje publicado en la red social X, Blinken añadió que “la democracia exige respeto a la voluntad de los electores”. Por su parte, González Urrutia agradeció el respaldo y destacó que este reconocimiento “honra el deseo de cambio de nuestro pueblo y la gesta cívica que juntos protagonizamos el pasado 28 de julio”.

El anuncio se realizó en el marco de la Cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro, y representa el apoyo más explícito de Washington al ex diplomático, quien lidera a la oposición venezolana desde las elecciones realizadas en julio.

Hasta ahora, la administración estadounidense había señalado únicamente que la Plataforma Unitaria Democrática había superado en votos al mandatario Nicolás Maduro, pero evitaba usar términos categóricos como “presidente electo”.

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