Chile ha logrado posicionarse como un líder en energías renovables en América Latina, atrayendo inversión extranjera en proyectos de energía solar, eólica e hidrógeno verde. Según datos del Comité de Inversiones Extranjeras, en el último año, Chile recibió más de 10.000 millones de dólares en inversiones relacionadas con el sector energético, lo que representa un 30 % del total de capital extranjero ingresado al país.
Proyectos de gran escala, como el parque solar Cerro Dominador y diversas plantas de hidrógeno verde en la región de Magallanes, han captado la atención de inversionistas internacionales interesados en la transición energética global. El país cuenta con condiciones naturales ideales, como altos niveles de radiación solar en el desierto de Atacama y fuertes vientos en el sur, lo que lo convierte en un destino atractivo para el desarrollo de proyectos sostenibles.
Sin embargo, no todo es positivo. Algunos expertos señalan que la estabilidad política y económica será clave para mantener la confianza de los inversionistas. La incertidumbre relacionada con la reforma tributaria y la discusión en torno a la nueva Constitución podría afectar las decisiones de empresas extranjeras.
El gobierno, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la seguridad jurídica y la promoción de proyectos que contribuyan al desarrollo económico local. Para consolidarse como un hub energético en la región, Chile deberá trabajar en fortalecer la infraestructura y mejorar la capacitación de su fuerza laboral para cumplir con las demandas de un sector en constante crecimiento.